El Juzgado Especializado de Instrucción C de San Salvador, comenzó este lunes, la audiencia preliminar en contra del narcotraficante Juan María Medrano Fuentes, alias «Juan Colorado» y cinco miembros de su red quienes son acusados por la Fiscalía de lavar supuestamente $5,466.701.78.
La Unidad Especializada Contra el Lavado de Dinero y Activos de la Fiscalía, pretende que los acusados sean enviados a juicio por lavar dinero proveniente de la narcoactividad.
En el expediente el ministerio público ha incorporado un peritaje patrimonial que establece la procedencia ilícita de los bienes. «Juan Colorado» y su red supuestamente blanquearon más de $5 millones obtenidos del negocio de la droga, ese dinero lo habrían invertido en compra de bienes e inmuebles, casas, vehículos entre ellos uno marca Chevrolet modelo Corvette y una pista de carreras de autos cuarto de milla, valuada en $4,955,953.84.
Este inmueble fue incautado por la Unidad Especializada de Extinción de Dominio y entregada al Consejo Nacional de Administración de Bienes (CONAB).
Junto a «Juan Colorado», son procesados Santos Balmore Martínez, alias «Colocho» José Enrique Torres, conocido como «Kike» presos en los penales Máxima Seguridad de Zacatecoluca, Mariona e Izalco.
Otros imputados son: Carlos Mauricio Castro Parada, Ricardo Arturo Castro Parada y Nelson Homero Castro Trejo, alias «Licenciado». Los seis fueron condenados en julio de 2011 a 15 años por tráfico ilícito.
La red que traficó droga entre los años 2005 y 2009, tuvo colaboración de agentes antinarcóticos en el Aeropuerto Internacional Monseñor Óscar Arnulfo Romero, con esa ayuda pudieron evadir los controles y mandar droga hacia Washington, Maryland New Jersey de Estados Unidos, según revelaron dos criteriados.
Los testigos «Mariano» y «Marcos» han manifestado en sus confesiones que el dinero adquirido por los acusados era utilizado para trasegar cocaína hacia Estados Unidos, comprar inmuebles y vehículos.
«Marcos» en su testimonio ha dicho que desde Estados Unidos ingresaron a El Salvador vehículos modificados con caletas (compartimentos) para ocultar el dinero propiedad de «Juan Colorado» y que en el país los guardaban en un taller de José Benjamín Rubio Romano, quien tiene orden de captura y que además era de confianza de Medrano Fuentes. En la estructura cada uno de los miembros tenía un rol, pero toda actividad delictiva debía tener el aval de «Juan Colorado», pues era el jefe y quien disponía de la droga y todos los recursos económicos.