El analista político y actual miembro de Cambio Democrático (CD), Juan José Martel, manifestó en una entrevista televisiva en InformaTVX que se viene «de una dictadura disfrazada de democracia», que vendió votos dentro de la Asamblea Legislativa a cambio de dinero.
Ante las críticas vertidas por sectores dirigidos por grupos políticos de derecha e izquierda, el analista político detalló que el trabajo legislativo se concreta en «apretar o no apretar el botón», es ahí donde se expresa la decisión última de los debates en las comisiones.
Martel reconoció que la nueva generación de diputados en la Asamblea que ha tomado la conducción del país, tiene un gran potencial y que está aprendiendo de manera acelerada, porque todo en materia social requiere de procesos.
En ese contexto, el político enfatizó en que antes presionaban el botón sin tener razonamientos amplios sobre lo que aprobaban. «En la legislatura anterior se criticó porque en muchas ocasiones votaban primero y luego entraban en debate. Las decisiones que marcaron la vida de este país no se discutían», externó.
LEER TAMBIÉN: «Labor investigativa ha sido importante en el avance de este caso»: analista Juan José Martel
También reafirmó que durante años los políticos profesaban la democracia; sin embargo, aseguró que la vendían «bajo la mesa».
El exdiputado de CD explicó que los grupos de poder que antes dominaban el país tenían un diseño de control en el que fungían como una «especie de jueces», el cual, alegó, no existe constitucionalmente.
«Se definió un mecanismo de corrupción que consistía en recibir dinero a cambio de un voto. En la práctica, los funcionarios, para ganar, dependían de dinero para la campaña electoral, y eso no se lo daba la población, se lo daban los grupos de interés económico; luego, estando en el poder, estos políticos servían a esos intereses. Esa es la peor dictadura», aseveró.
Desde que la figura de Nayib Bukele apareció en el panorama político, hubo un cambio en la opinión pública, aseguró Martel. Los salvadoreños exigieron más y sentaron la postura de quebrar un sistema corrupto en el que las decisiones se tomaban sobre la base del dinero. «Esa era una dictadura disfrazada de democracia formal».
Explicó que esa postura del pueblo se intensificó cuando aparecieron nuevos actores políticos, en este caso, Nuevas Ideas, que recibió la mayoría calificada en la Asamblea Legislativa; de esa manera se agota la incidencia de grupos de poder en la vida política del país.
El exparlamentario de CD, asimismo, hizo énfasis en las diversas confrontaciones de los exdiputados con el Ejecutivo, y lamentó que perjudicaran directamente a la población.
«Creo que la anterior legislatura dejó una deuda muy grande con el país. El último año se dedicó a una confrontación con el Gobierno. Teníamos una dinámica de conflicto sin tregua entre los dos órganos, eso dañó al país, y a la gente no le gustó», manifestó el entrevistado.
Mientras la oposición hacía propaganda de democracia cuando estaba en el poder, «en la realidad, la pobreza estaba aumentando, los sistemas de salud y toda la política social eran inexistentes», sostuvo, y añadió que, cuando inició la pandemia, no podía creer que solo hubiera 30 camas en las unidades de cuidados intensivos en todo el país y el «estado deplorable» de las clínicas de atención, cuando se habían aprobado grandes préstamos para salud.