Al regresar a Washington de su primer viaje al exterior como vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris fue criticada por los republicanos, que le reprocharon no haberse tomado en serio la «crisis» migratoria, y también por el ala izquierdista de su Partido Demócrata.
El viaje fue «oportunidad perdida», dijo a la AFP el senador republicano John Cornyn.
El lunes en Guatemala y el martes, en México, pronunció pequeñas frases que eclipsaron, al menos en los medios conservadores, el principal motivo del viaje: centrarse en cuestiones como la pobreza y la criminalidad que llevan a miles de personas de México y del Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y el Salvador) a cruzar la frontera sur de Estados Unidos.
Con la ola migratoria en sus mayores niveles, el presidente, Joe Biden, encargó a Harris ocuparse de ese tema, pero ella no presentó grandes medidas durante su viaje.
Con el presidente de México, Andrés López Obrador, firmó un protocolo de acuerdo para «atacar las causas profundas» de la inmigración y ayudar a los habitantes a «recuperar la esperanza en casa».
Pero en cada escala se repitió la pregunta: ¿por qué no fue a la frontera sur de Estados Unidos para ver por sí misma las consecuencias de la «crisis» que denuncian los republicanos?
Para ellos es el propio Biden quien provoca esas llegadas masivas al prometer una política migratoria «más humana» luego de la de «tolerancia cero» de su antecesor, Donald Trump.
En abril 178.600 migrantes fueron detenidos en la frontera con México; la cantidad más alta en 15 años.
«Nuestra frontera sur, que recientemente había sido protegida, ahora está peor que nunca», dijo Trump quien había hecho de la construcción de un muro en la frontera uno de principales objetivos de su gestión.
Durante la presidencia de Trump todos los que entraban clandestinamente a través de la frontera con México, eran procesados penalmente.
Más de 2.000 personas aún no han encontrado a sus familiares, según autoridades estadounidenses.
«Una broma»
Harris calificó primero de mero «gesto» su eventual viaje a la frontera. Y, visiblemente molesta por ser siempre cuestionada sobre el tema, acompañó sus palabras con risas nerviosas.
Incluso tuvo una sorprendente respuesta cuando la NBC le preguntó por qué no fue a la frontera con México: «Tampoco fui a Europa», replicó.
El tema y los comentarios se destacaron en las cadenas y cuentas de Twitter de conservadores.
«Harris piensa que la crisis en nuestra frontera sureste es una broma hilarante», dijeron los republicanos.
«Ella no va donde está el principal fracaso de nuestro sistema migratorio: la frontera», dijo el senador Cornyn, después de cuatro años en los que Trump batalló por amurallar la frontera con México.
«Literalmente sobrevoló dos veces nuestra frontera sur» sin detenerse allí, dijo a la AFP, el senador republicano James Lankford.
«No vengas»
En Ciudad de Guatemala, Harris procuró dar un claro mensaje a quienes quieren emprender el «peligroso camino» hacia la frontera entre Estados Unidos y México: «No vengan».
Eso no alcanza para satisfacer a la oposición republicana. Las «políticas dicen lo contrario», dijo Lankford.
La expresión «no vengan» también enojó al ala izquierdista del Partido Demócrata.
«Decepcionante», dijo la congresista Alexandria Ocasio Cortez.
«Ese enfoque de ‘quedate ahí y muere’ no es la forma en que nuestro país puede promover un sistema migratorio más justo y humano», tuiteó su colega Rashida Tlaib.
La Casa Blanca le dio a Harris un tibio apoyo.
Harris hizo «exactamente lo que el presidente le pidió hacer», respondió a los periodistas la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki.
Con su experiencia de ocho años como número 2 del gobierno de Barack Obama, Biden sabe bien que ejercer la vicepresidencia queda siempre a la sombra y a menudo puede ser ingrato.
Como vicepresidente, el propio Biden se encargó del tema de la inmigración. Harris tiene hoy una tarea más difícil, estiman expertos, debido a los problemas económicos generados por la pandemia de covid-19 y las catástrofes naturales.
En el Senado, varios demócratas fueron más benevolentes con Harris.
«La considero una líder fuerte y espero ver las conclusiones»de su viaje, dijo a la AFP, el senador Sherrod Brown.
Por su parte, su colega Tim Kaine recordó que Harris fue fiscal general de California, estado fronterizo con México, y, en consecuencia, «sabe mucho más sobre la frontera que muchos de quienes la critican».