La temporada de la anona está en pleno apogeo y los productores de esta fruta, que tienen sus parcelas en las faldas del volcán de Conchagua, La Unión, a diario cortan cientos de unidades para comercializarlas en los mercados de la zona oriental del país.
La comunidad Yologual es una de las zonas consideradas como la cuna de esta fruta en el municipio conchagüense. En ese lugar, la anona se cosecha desde en un árbol en el hogar hasta extensas parcelas con más de 300 árboles.
«Yo antes sembraba maíz en estas parcelas, pero hace nueve años dejé de hacerlo y comencé a sembrar anona, y desde hace años saco más ganancia que la que sacaba con maíz y frijol. En mi caso estoy cortando entre 10 y 12 docenas diarias desde que inició la temporada el mes pasado», comentó José Inés Amaya, productor de anona.
Durante la temporada, la corta de esta fruta se hace en horas de la mañana o por las tardes, y el producto debe estar rajado para poder recolectarlo, ya que es el punto de madurez y está listo para el consumo, pues de lo contrario se puede dañar.
La fruta que es cortada de los árboles se traslada en matatas (bolsos) hasta la zona urbana de la comunidad, en donde otras personas del mismo cantón las compran por docena, para luego revenderlas en los mercados de La Unión, Santa Rosa de Lima, Usulután y San Miguel.
«Yo tengo 15 años trabajando como mayorista en la venta de anona de este lugar y a diario llevo hasta 100 docenas, las cuales ya están reservadas en los mercados, y la que más me piden es la rosada, pero también llevamos blanca, pero se vende menos», dijo María Elena Gómez, quien se dedica a la venta del fruto.