La Autoridad Salvadoreña del Agua (ASA) atendió de manera oportuna una denuncia por tala indiscriminada de árboles en La Palma, Chalatenango Norte, e inició las investigaciones para deducir responsabilidades.
La tala fue reportada por un guardián del agua que ha sido capacitado por la institución para detectar daños a los bosques y a las zonas de recarga hídrica.
«Había una tala indiscriminada en el cantón Las Granadillas, esto es en el distrito de La Palma, Chalatenango Norte, y que estaba afectando diferentes fuentes de agua», dijo el presidente de la ASA, Jorge Castaneda.
Al llegar a la zona, el personal de la ASA y el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) coordinó con el propietario la plantación inmediata de más de 250 árboles de ciprés y pino para reforestar el área.
Simultáneamente, los equipos se desplegaron para llevar a cabo una serie de pruebas científicas, incluyendo la infiltración del suelo y extracción del núcleo de los árboles para determinar la fuente de su agua.
Además, realizaron toma de muestras en los nacimientos para determinar la zona de recarga hídrica y mapeo multiespectral para evaluar la salud de la vegetación.
El titular de la ASA destacó que si se establece una correlación directa entre la zona dañada y la fuente de agua que abastece a las comunidades, se aplicará un proceso sancionatorio.
«Nuestro marco legal es la protección de las fuentes de agua, y en el caso de la tala de árboles verificamos si los manantiales que están ubicados en las cercanías son los que los alimentan, de ser así, estos lugares pueden tener una multa de hasta de $365,000», reiteró Castaneda.