En la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, La Ceiba, en Antiguo Cuscatlán, se vive una fiesta entre los feligreses que este día celebran una tradición, que, más que religiosa, es una costumbre familiar que trasciende generaciones, y es que, cada 12 de diciembre se celebra el Día de la Virgen de Guadalupe, ya que, en esta misma fecha, pero en 1531, fue la cuarta ocasión en la que se le apareció al indígena Juan Diego, en Tepeyac, México.
Carmen Gudiel, devota a la iglesia católica, visita cada año la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe para pedir por sus hijos, una práctica que forma parte de una tradición familiar que le transmitieron sus padres. Este día, con una rosa en mano para ofrendarle a la Virgen María, visitó la iglesia junto a su nieta.
«A mi nieta que me acompaña, la sacaba yo desde los 7 años (a la conmemoración del Día de la Virgen de Guadalupe). Es una tradición familiar», contó Carmen.
Fuera de la Basílica puso ambiente la música de la marimba «Alma Pipil», que estuvo rodeada de feligreses que hicieron largas filas para ingresar a la iglesia, en donde los creyentes piden por milagros y le agradecen por promesas cumplidas a la Morenita de Tepeyac, como también se le conoce a la Virgen de Guadalupe. Este día la madre de Dios se encuentra rodeada de ofrendas, y de muestras de respeto y admiración.
En la basílica también destaca la vestimenta tradicional distintiva de esta conmemoración que simboliza al indígena Juan Diego, quien tuvo el privilegio de estar frente a la presencia de la Virgen María.
Entre las actividades de este día también se celebró la Santa Misa en honor a Nuestra Señora de Guadalupe, en donde los feligreses pudieron orar, pedir y agradecerle a la Virgen María, y ser parte del sacramento de la eucaristía.
Los devotos también llevaron sus velas para prenderles fuego frente a la imagen de la Virgen de Guadalupe, un simbolismo que explicó Cristina Viera, quien este día sirve a la iglesia católica: «las velas simbolizan la petición de cada familia que tiene una oración o una sanación de algún familiar, o una recuperación de deudas… Cualquier petición que haya en su corazón está representada en estas velas».
Las familias salvadoreñas de todas partes del país y extranjeros continuarán congregándose en la Basílica Nuestra Señora de Guadalupe, La Ceiba, en Antiguo Cuscatlán, para celebrar esta fiesta de la iglesia católica.
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