En los últimos tres años, la clínica del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) ha triplicado las atenciones que los especialistas brindan a los animales silvestres.
En 2019 atendieron un total de 964 animales, en 2020 fueron 1,670 y en 2021 la cantidad de ejemplares que recibieron fue de 2,020. Asimismo, desde el 1.º de enero hasta el 9 de marzo de 2022 han brindado atención a 320 animales.
En dicha clínica reciben a los animales silvestres que provienen de decomisos, incautaciones o que son entregados por la población. De acuerdo con Josué Coto, médico veterinario de la clínica, las razones más frecuentes por las que llevan a las especies silvestres son por interacciones o mordidas por mascotas, atropellamientos, aves que se golpean con vidrios, electrocuciones, tráfico o tenencia ilegal.
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«Atendemos a todo animal silvestre en la condición que venga. Los que más se reciben son mapaches, tacuacines, ardillas, masacuatas, garrobos, gavilanes y psitácidas como loras y pericos. También se han recibido especies que no son nativas, como el tucán de Swanson y una tortuga sulcata.
Entre los animales nativos que se reciben con menos frecuencia están la nutria, el lobo marino de Galápagos y el delfín listado. En 2019 atendimos un cocodrilo de dos metros en una casa», comentó el doctor Coto.
Las atenciones también han incrementado porque se registra un aumento de las denuncias, señaló el especialista. Este fenómeno está relacionado con un mayor conocimiento de las personas sobre las prohibiciones legales de tener o traficar animales silvestres.
Además, el 40 % o 50 % de los animales que llegan es por decomiso o tenencia ilegal. También se ha registrado un incremento de tráfico de cervatillos, ya que debido a su comportamiento en la naturaleza, tienden a quedarse solos cuando su madre busca comida, y en ese momento corren mayor riesgo de ser atrapados.
Innovaciones
El incremento de las atenciones sucede en paralelo con intervenciones o mejoras en las instalaciones en la clínica. Algunas de las principales mejoras incluyen la especialización de los espacios, ya que en 2019 solo se contaba con un cuarto donde estaban todos los animales.
Actualmente han dividido las áreas, ya que en una zona se encuentran los animales sanos, en el hospital están los animales en observación y con tratamiento; también se ha destinado un área de bodega donde están los alimentos y las medicinas. En la zona de piscinas están las tortugas marinas, y hay otras áreas para las aves rapaces.
Además, han adquirido un equipo de diagnóstico, ultrasonografía, microscopio, equipo de hematología, máquina para anestesia inhalada, bombas de infusión, concentrador de oxígeno y la unidad de cuidados intensivos, la cual tiene ingreso de oxígeno para permitir procedimientos como soporte de oxígeno, terapia respiratoria o ajustar temperaturas en específico. «Cuando comenzamos, el equipo de diagnóstico era muy escaso, casi inexistente. Los nuevos equipos nos dan pauta para diagnosticar mejor y tener más certeza a la hora de dar un diagnóstico final que reduzca el tiempo de estancia del animal para liberarlo tan pronto sea posible», explicó el doctor Coto.
En la clínica del MARN se logran identificar patologías que afectan a las especies. En los felinos han detectado casos de leucemia y sida felinos. Con estos datos se refuerza la información para los programas de conservación del MARN.
Por lo tanto, la población debe proteger la vida silvestre, evitando participar del tráfico de animales, ya que, al comprar, aunque sea para liberarlos, el traficante cumple su objetivo, que es vender. Otra de las acciones es mantener a las mascotas en los hogares, ya que con frecuencia reciben especies afectadas por estos animales. También es importante no talar los árboles, porque ahí habitan las aves y las ardillas.