Alfredo José, el artista que le dio vida a la primera agrupación de merengue en El Salvador, contó su historia y la de La Colección a Diario El Salvador en el año del aniversario número 30 de la agrupación musical, quienes tienen preparado «algo grande» para conmemorar el legado que han dejado en la música salvadoreña durante sus tres décadas.
El fundador de «La Colección» fue el primero en atreverse a incursionar en el merengue, un género más complicado que la cumbia, según dice, y que significó un reto que le trajo muchos frutos en la industria musical de El Salvador. Tanta fue la admiración de sus hijos que decidieron formar parte de la agrupación que los forjó como músicos, y los llevó a tomar sus propios caminos en otras agrupaciones que forman parte del legado de «La Colección».
Para su admiración, de entre todos sus herederos, su hija Fátima Calderón ha sido quien ha tomado la iniciativa de tomar el volante del presente y el futuro de «La Colección» junto a él con ideas nuevas y con muchos retos por afrontar para continuar con la calidad que siempre ha regalado la agrupación a los salvadoreños, quienes ya ven en el horizonte la celebración del 30 aniversario de los pioneros del merengue en el país, la cual será festejada el próximo 23 de diciembre en el hotel Intercontinental de San Salvador a partir de las 7:00 de la noche.
¿Quién es Alfredo?
Alfredo es una persona que nació en Berlín, Usuluán, en 1958, y que a los 6 -7 años emigró a San Vicente donde estudió hasta bachillerato.
Como que soy nómada, porque luego emigré a San Salvador.
¿Cómo fue su camino hacia llegar finalmente a La Colección?
Bueno, para llegar costó bastante. Empecé en una orquesta que se llamaba «Zona Chévere», que fue la primera orquesta de Tito Flores, que, por cierto, en paz descanse, porque hace poco falleció.
De allí, pues, me vine a San Salvador. Aquí empecé en otras agrupaciones como Tobar Flores, Nueva Sensación, Grupo Hierro y Grupo Macho.
Formé una agrupación que se llamaba Café Latino; grabé también éxitos con la Internacional Orquesta Jiboa y después dije “ya estuve en muchas agrupaciones, veré que hago mío” y fue que decidí hacer una agrupación diferente a las demás y por eso fue que me tiré a grabar merengue.
¿En qué se diferencian «La Colección» de las demás agrupaciones?
Que las demás agrupaciones solo tocaban cumbia y cuando yo entre, en 1992, aquí no sonaba merengue en El Salvador, solo sonaba cumbias.
En la radio no sonaban nada como el merengue, y no había programación, pero como dicen que hay que insistir, si te cierran la puerta de la calle, metete por la ventana y si cierran la ventana, levanta la teja, lo importante es estar adentro y con el tiempo lo logré.
Mi grupo casi a los dos años y medio empezó a sonar la primera canción que me funcionó a mí, que se llama «Oye Nena», que llegó a ser la número uno en las diferentes radios del país.
¿Cómo fue ese proceso de instruir a sus hijos para que fueran parte de la colección?
Yo no obligué a ningún hijo a estar en la agrupación, todos vieron y les dio ganas. Mi hijo mayor, que se llama José Alfredo, ya es mayor, está en Estados Unidos; de ahí estuvo Rafael, de ahí Jorge René, de ahí Javi, entró Fátima a los 17 años, y, en fin, así pues, fueron entrando todos ellos solos con ganas de estar en el grupo. Alfredo es quien ya tiene su agrupación.
Claro ellos después soñaron con tener su agrupación propia y decidieron ir evacuando, solo me he quedado ahora con Fátima. Ella es una mujer triunfadora, una mujer de éxito que tiene carisma. La gente la quiere, donde llega se gana al público.
¿Qué legado ha dejado La Colección para la escena musical en El Salvador?
El legado son varias agrupaciones que han surgido (para crear proyectos propios), como cantantes que crearon y se convirtieron en dueños de Melao. Los de grupo La Calle y los de La República son hijos míos también y trabajaron conmigo.
Otros que estuvieron conmigo fueron los de La Sonora Hechicera y así puedo hablar de varios, pero los que más tengo presentes son ellos.
¿Es cierto que usted bautizó a San Vicente como la capital de la cumbia?
Eso sí. El nombre de “La Capital de la Cumbia”, que todo el mundo menciona, fui yo quien se lo puse. ¿Qué cómo fue? Yo cantaba en la orquesta Jiboa, la dueña de esta orquesta era una empresaria propietaria de transporte colectivo, entonces tenía buses que iban para San Vicente y ella había puesto a la Orquesta Jiboa en todos los buses y había un cobrador que se llamaba Marvin, que decía cuando estaba en la terminal: “¡Vénganse! Vámonos al desvió de los chorizos. Vamos para donde hacen las hamacas, allá donde hacen carne de chucho jajaja. En fin, en todos los lugares, y yo le dije: “mira para que no te compliques la vida, ya que nosotros somos la orquesta de cumbia en San Vicente, mejor decí que vamos a ir a la Capital de la Cumbia, y el “¡Ah! Si verdad”, y así empezó a mencionar la “Capital de la Cumbia”. Con un amigo que ya falleció, David Rosales, que tenía un programa de televisión llamado “Variedades del 6”, se empezó a mencionar la capital de la cumbia.
¿Cómo van a celebrar los 30 años de la colección?
Bueno, tenemos algo grande. Tendremos como invitados a La República, a Batanecos, que son buenas agrupaciones. También Tefy España y Sus Bellas Indomables, y también La Colección con todos los éxitos. Estamos preparando un show bastante bueno para que la gente disfrute este aniversario con nosotros.
Será el 23 de diciembre en el hotel Real Intercontinental. Las entradas las pueden adquirir en Todo Ticket. Hay cupo limitado.