Comprometidos con mejorar y equilibrar los ecosistemas medioambientales, La Constancia lanzó en 2021 la iniciativa ISKALI, a través de la cual busca recuperar el «corazón verde» de San Salvador, un proyecto con alto potencial, no solo en la recuperación de los suelos y la renovación del ecosistema, sino también en el impacto la vida de las personas con mejores prácticas agrícolas.
En esta ocasión la Distribuidora de Electricidad DelSur , compartió la idea de generar un ecosistema en el proyecto «El Bosquecito» para dar cumplimiento a su estrategia de sostenibilidad empresarial.

«Somos macro emprendedores en acción por la sostenibilidad, que significa que creemos que con la escala de nuestra empresa y el espíritu de emprendimiento podemos impactar positivamente. Y ahora le apostamos a invertir en el futuro ambiental a través de ISKALI, con el propósito de recuperar nuestro ecosistema con mejores prácticas sostenibles. También creemos que si nos unimos podemos lograr más impacto», expresó Javier Benavides, Gerente de sostenibilidad y reputación de La Constancia.
El ejecutivo agradeció a DelSur por sumarse al proyecto con la misma visión de ayudar a sanar y recuperar estos espacios. «Nuestra responsabilidad como industria es continuar promoviendo este tipo de acciones y dejarles un mundo mejor a nuestras nuevas generaciones», agregó.
«El Bosquecito» se encuentra ubicado a un costado del Almacén Central, en el Plantel Central de DelSur, parte de un sector del Volcán de San Salvador, y cuenta con una extensión de 0.8 hectáreas y está parcialmente cubierto de árboles de diversas especies nativas y exóticas.
«Nos entusiasma ser parte de este gran proyecto que nos permite impactar positivamente en el medio ambiente, con acciones de conservación que se traducen en adaptación y resiliencia climática en nuestra zona de influencia», afirmó dijo María Teresa Menéndez, Gerente de Sostenibilidad, Comunicaciones y Relacionamiento de DelSur.
En su opinión, las acciones de rehabilitación de «El Bosquecito» permitieron la recuperación de espacio natural dentro del plantel central,el cual se convertirá en un espaci de esparcimiento y educación ambiental para los diversos grupos de interés de la empresa.
Dicho lugar fue modificado con un sendero de 300 metros que recorre el área desde la parte superior a la inferior, y cuenta con 10 rótulos interpretativos con información relevante sobre los servicios ecosistémicos, grupos de fauna, ciclo hidrológico y otros temas importantes, los cuales servirán para concienciar a los visitantes sobre el cuido y preservación de los recursos.
La zona posee árboles nativos en peligro de extinción, cada uno se encuentra identificado con su nombre común o científico y con un código QR con importante información sobre las especies naturales. Entre ellas están: Funeras, Guayacán, Ron Rón, Castaño, Bálsamo, Ojushte, Barío y Copinol.
«El Bosquecito» se suma a las hectáreas que el proyecto ISKALI busca recuperar en el Volcán de San Salvador, que posee una de las mayores tasas de recarga hídrica de la zona, aporta a la regulación climática, al secuestro de CO2, a la producción de oxígeno y es hábitat para la biodiversidad de la zona.