Resulta innecesario usar bisturí y abrir las venas para descubrir el ADN futbolero impreso en la familia Sánchez-Paredes, de Sitio del Niño. Desde Ramón padre hasta el último de los Sánchez han hecho de la pelota su más preciado juguete y del fútbol su profesión.
El río futbolero que recorre las venas de los Sánchez-Paredes, sin embargo, tiene un manantial más profundo: Ramón Figueroa, padre del actual técnico del Chalatenango, Juan Ramón Sánchez, y abuelo de Juan Carlos, Ramón, Dennis y Félix, todos con pasado o todavía enrolados en el fútbol profesional.
«Mi papá [Ramón Figueroa] jugó en el Leones de Sonsonate, que en aquel entonces era de la Liga B. Creo que por ahí están las raíces», explica Ramón Sánchez sobre cómo nació esa devoción por la pelota de fútbol.
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Aunque sus hermanos mayores también jugaron al fútbol, profesionalmente la herencia futbolera la recibió Ramón, quien militó en sus años mozos con el UDC, otrora de la tercera división en Sitio del Niño, de San Juan Opico, La Libertad.
Allí, el profe Sánchez, como lo conocen los vecinos, no solo jugó al fútbol, sino que dio sus primeros pasos como entrenador y consiguió llevar al UDC hasta la Liga de Plata, según sus palabras.
En sus andares ya como técnico, Ramón Sánchez ha pasado por equipos como Águila, Firpo y Chalatenango, pero su huella principal la dejó en el Juventud Independiente, de San Juan Opico, donde consiguió formar y descubrir una camada de jugadores, incluyendo a sus cuatro hijos.
De estos, el que más destacó fue Ramón Alfredo Sánchez, volante zurdo que militó en Chalatenango, San Salvador, Alianza y en otros equipos de la primera división, así como en los Terremotos de San José, de la MLS. También formó parte de la selección nacional y del grupo que fue sancionado de por vida por los amaños.
El mayor de los Sánchez, Juan Carlos, jugó con el Juventud Independiente en tercera división y posteriormente viajó a Estados Unidos en busca del sueño americano.
Félix es el último de la dinastía de los Sánchez. Actualmente acompaña a su padre en el Chalatenango, en donde presta sus servicios como defensa central. Jugó también para Firpo, Pasaquina, Juventud Independiente y en diversos equipos de segunda división. Tuvo también un breve paso por el OPS, en Finlandia.
Dennis también recorrió las canchas de la segunda división y algunas de la primera categoría durante más de 10 años de carrera. Jugó en el circuito de privilegio en Juventud Independiente y en Sonsonate, y pasó por Vendaval, Marte Soyapango, Platense, entre otros.
Por ahora, Dennis es el único que sigue fielmente los pasos de su padre, pues ya obtuvo el título de entrenador y está dirigiendo al Nueva Concepción, de la tercera división.
«Para esto [ser técnico de fútbol] se necesita vocación, no es solamente de hacer las cosas porque se ve que otro las hace. En el caso de él [Dennis], he visto que tiene vocación. Es muy responsable y tiene liderazgo», dice su padre.