Durante esta temporada de verano, El Salvador recibe a muchos hermanos que viven en el extranjero, que visitan a familiares y amigos, las playas y otros lugares turísticos. Arturo es uno de ellos, vive en Europa y ha venido a visitar a su familia. En uno de sus paseos en la zona montañosa del país se deslizó y se golpeó la cara, lo que le causó que uno de sus dientes quedara con movilidad, además de mucho dolor.
Arturo es joven, inquieto y le gusta la aventura, ya ha tenido más de un accidente —el anterior fue con su bicicleta—, por lo que en ocasiones usa equipo de protección, como casco, pero nunca ha usado un protector bucal.
Al revisarlo, efectivamente el incisivo lateral tiene movilidad, la encía sangra y le duele, por lo que el diente tiene que ser inmovilizado tomando las piezas de al lado como soporte. Se le hará una endodoncia y se le aplicará un medicamento en la encía para ayudar a cicatrizar una pequeña lesión sangrante provocada por el golpe.
La radiografía panorámica reveló algo más: en la parte posterior de la mandíbula se observa un área sin hueso, es grande y abarca tres muelas inferiores.
Se trata de un quiste óseo traumático, es decir, una cavidad o hueco en el hueso provocada por un trauma de hace algún tiempo.
Arturo recuerda que la vez que se cayó de la bicicleta tuvo dolor en esa zona, sensibilidad dental y adormecimiento, pero con el tiempo todos los síntomas desaparecieron.
El tratamiento para él será una cirugía, y posteriormente con el paso del tiempo se formará tejido óseo de reparación en el espacio que ocupaba el quiste; luego, en unos meses tomaremos una radiografía de control.
El pronóstico del quiste óseo traumático es favorable, se deberán controlar las piezas involucradas.
Este tipo de quiste también se puede formar cuando los movimientos del tratamiento ortodóntico son fuertes, así que es de suma importancia tomar una radiografía de control cada año durante el proceso y al finalizar el tratamiento.
Seguramente, después de todo esto, Arturo tomará medidas preventivas, como se le ha indicado, especialmente cuando realice deportes extremos o explore los hermosos lugares de nuestro país.
Si se dispone a llevar a cabo alguna actividad extrema, por ejemplo, rapel, en la cascada El Tanque o la Puerta del Diablo; «flyboard» o parapente en el lago de Coatepeque o de Ilopango, o «rafting» en el río Güajoyo, por favor, ¡piense en sus dientes! y utilice la protección debida. Recuerde que la prevención siempre será la mejor manera de evitar un accidente.