El doctor Ricardo Quiñonez es un reconocido neurocirujano salvadoreño que cuenta con amplia experiencia y formación médica; sin embargo, para lograr sus méritos profesionales, ha tenido que superar diferentes obstáculos, pero según dijo, sus hijos y su familia han sido los principales impulsores para salir adelante.
Él se convirtió en padre por primera vez a los 18 años, y con sus primeros sueldos como médico interno, empezó a pagar colegiaturas. Unos años después nació su segunda hija y en 2001 sufrió la pérdida de su padre en el terremoto de ese año, lo que causó un enorme impacto en su vida y en su familia, ya que lo consideraba su amigo y su fuerza para salir adelante.
Esto generó que se enfrentara al reto de convertirse en la figura paterna para sus dos hermanos menores. «De ahí tomé la fuerza para ser un gran papá para mi hija, quería ser mejor para ella. También mi motivación fue mi familia. Además, debí retomar la imagen paterna para mis dos hijos adoptivos, que eran mis hermanos», dijo Quiñonez.
Luego continuó especializándose en el Hospital Francisco Menéndez de Ahuachapán durante dos años, y en 2005 nació su tercera hija, cuando él se encontraba especializándose en cirugía. «Cuando nació mi hija, salí corriendo al hospital y en ese momento me quitaba el chip de residente que atendía enfermedades múltiples, y me ponía el chip de papá. Cuando regresaba al hospital, mis compañeros me felicitaban e inmediatamente regresaba a mi trabajo como médico. Vivía mi corazón entre la vocación, y las obligaciones de ser papá», enfatizó el médico.
En 2012 culminó su especialización en neurocirugía y durante esa época, nació su ultimo hijo Ricardo. Según narró, en esa ocasión también se encontraba trabajando y fue con rapidez hasta el hospital donde estaba su esposa, ya que durante toda su carrera profesional ha combinado su pasión por la medicina con el amor por su familia.
Otro de los grandes retos que vivió fue la pandemia ya que nuevamente se enfrentó a una situación de vulnerabilidad y riesgo debido a que no se contaba con mucha información sobre la enfermedad.
«Ayudamos a las autoridades a buscar medidas basadas en evidencia, empezamos a trabajar con colegas de otros países. Estoy trabajando en la pandemia al 100 % desde el primer momento. En ese momento no solo pensaba en mis hijos, pensaba en los hijos de todos los salvadoreños, por eso es que ´luchamos contra la pandemia», comentó el médico.