El fútbol en definitiva es una «enfermedad». En las afueras del Cuscatlán estuvo para manicomio, sobre los graderíos del coloso la hinchada vivió su «fiebre azul» y se terminó cantando a todo pulmón. No hubo vencedor ni vencido, pero hubo fiesta. Se le jugó de tú a tú y se empató 0-0 con Estados Unidos, en el arranque de las eliminatorias mundialistas rumbo a Catar 2022.
Con los graderíos del Cuscatlán pintados de azul, sobre el césped, el miedo escénico se apoderó de la armada cuscatleca y eso les obligó a vivir minutos dramáticos en el génesis del encuentro. Fueron cinco minutos en los que Estados Unidos hizo ver su superioridad: ahogó en la salida y llevó a una ansiedad prematura que pudo terminar en gol.
Sin embargo, superado ese mal trago, la Azul botó los nervios y comenzó a equiparar las acciones y plantear al «gigante» de la Concacaf un litigio parejo. Dos llegadas claras tuvieron los norteamericanos en su mejor pasaje del primer acto y luego se vieron en aprietos en la zona baja.
Una de las primeras llegadas de peligro para El Salvador la generó Ronald Rodríguez en un testarazo que se fue sobre el horizontal y luego al 30’ Marvin Monterroza tuvo para jalar el gatillo, pero disparó errático y dejó ir la chance.
La mejor opción y la que desató el ¡huyyyy! en las butacas y gradas del Cuscatlán fue un zapatazo de Alex Roldán que pasó soplando el travesaño.
Fueron quizá entre los minutos 20 y el 40´ que la Azul tuvo sus mejores pasajes y le dejó claro a la selección de «las barras y las estrellas» que no solo es de venir a traer. La cortina del primer episodio se cerró con Estados Unidos pisando la parcela nuestra, pero sin imponer su fútbol.
El complemento fue prácticamente una radiografía de la etapa inicial. Por la banda derecha Jairo Henríquez y Bryan Tamacas hicieron bailar cumbia a Sergiño Dest, jugador del Barcelona, y Gio Reyna del Borusia Dormund alemán, pero los últimos 20 minutos fueron taquicárdicos para El Salvador que supo aguantar el 0-0.
Eso sí, este domingo ante Honduras debe mostrar armas ofensivas para aspirar a ganar el duelo, de lo contrario un nuevo empate o en el peor de los casos una derrota, sería una señal de alarma para lo que se viene en este octogonal de la Concacaf.