Desde hace siete años he sido voluntario de una fundación sin fines de lucro. Esta fundación desarrolla o apoya eventos de sensibilización hacia personas con discapacidad; en uno de estos eventos fueron sorprendentes las respuestas que personas expresaron verbalmente y también de forma no verbal.
Quiero decirles que es satisfactorio ser parte de algo que quiere cambiar ideas equivocadas y conectar corazones para que estén en sintonía. Me levanté temprano para participar en uno de los eventos de sensibilización, emocionado y listo para estar en el lugar acordado, era un centro comercial muy popular, en una zona considerada privilegiada, haciendo algo muy diferente. Llegamos varias personas, entre hombres y mujeres; había participantes con edades desde los 15 años y de diferentes fundaciones. Estábamos atentos para escuchar una a una las indicaciones, una de las más importantes era «evitar la confrontación», y la otra que recuerdo es «sea amable para explicar a las personas el motivo del evento». Posterior a todas las indicaciones, iniciamos.
Primero identificar los parqueos señalizados para personas con discapacidad; segundo, en pareja, los voluntarios tendrían afiches con frases que regularmente las personas utilizan para hacer uso de estos parqueos, aun cuando no son personas con discapacidad. Hago una paráfrasis de lo que decían los afiches: «Solo estaré cinco minutos», «Nadie está ocupándolo», «Solo lo ocuparé un ratito»; tercero y el que creo que era la raíz del evento, escoger cualquier otro espacio para estacionarse sin ningún tipo de restricción, colocar una silla de ruedas y ponerle a esta silla uno de los afiches con las frases que les mencioné, por supuesto una pareja de voluntarios estaría también en este lugar para explicar a las personas que la silla estaba estacionada haciendo uso del parqueo, y los conductores deberían buscar otro estacionamiento disponible.
Debo admitir que me sorprendió la expresión de molestia que mostraron ese día algunas personas por un evento de sensibilización a personas con discapacidad. Hubo tensión en algunos momentos que llegaron a los gritos e insultos de personas hacia los participantes en el evento. Algunos se acercaron tanto como para casi empujar las sillas de rueda con sus vehículos, y los voluntarios estaban justo uno o dos pasos atrás de las sillas; otros pitaron constantemente, aceleraban sus vehículos mucho para hacer valer su derecho que el espacio no era un espacio reservado y querían estacionarse; otros dijeron que ese tipo de campañas era innecesario, nuestra cultura ya es así y con un evento no se cambiaría nada; otros fueron muy explícitos al expresar palabras muy coloquiales e insultos, todo esto por querer intentar explicarles a las personas la importancia de respetar los parqueos reservados y señalizados para personas con discapacidad.
El término correcto es persona con discapacidad; hay usuarios de sillas de ruedas, usuarios de muletas, usuarios de bastones que necesitan estos parqueos para poder subir y bajar tranquilamente de los vehículos, no solo ellos, sino también sus apoyos técnicos, y todo esto con ayuda de familiares.
Recordemos que todos somos importantes, todos tenemos derechos y también deberes; si ve un parqueo que está señalizado que es para uso de personas con discapacidad y ni usted ni alguien de su familia realmente lo necesita, siéntase alegre de no necesitarlo y, por favor, déjelo libre, hay alguien que lo necesita.