La inflación, que alcanzó su nivel más alto desde septiembre de 1991, debido sobre todo a los precios de la energía, tuvo un aumento contenido (+42,4%) y se desaceleró en comparación a marzo (+50,9%).
Los precios de los productos alimenticios procesados registraron un aumento del 5,4% en un año, contra el 3,9% de marzo. En medición intermensual, los precios subieron 0,2% en abril, precisa Istat.
El índice de inflación, calculado según los estándares armonizados de la Unión Europea (IPCA), aumentó en abril un 0,6% en un mes y un 6,6% en un año.
«Tras nueve meses de aceleración, la inflación ralentizó en abril, aunque se mantuvo a un nivel que no se registraba desde septiembre de 1991 a causa de los precios de los bienes energéticos», explicó Istat en una nota.
«La tendencia inflacionaria sigue extendiéndose a otros sectores (…) contribuyendo a mantener la inflación general por encima del 6%», añadió Istat.
Para frenar el aumento de los precios de la energía, el Estado italiano ha suspendido o reducido los impuestos y cargas relacionadas con las facturas de gas y electricidad.
El Gobierno ha aportado unos 25.000 millones de euros (26.400 millones de dólares) desde mediados del 2021 para paliar los costes de electricidad y gas de hogares y empresas.