Entre julio y septiembre de 2022, El Salvador reportó un crecimiento de un 2.2 % del Producto Interno Bruto (PIB), respecto al mismo período del año previo, lo que en términos económicos representa la generación $682.8 millones adicionales, es decir un total de $7,887.1 millones en esos tres meses, informó el Banco Central de Reserva (BCR).
En este sentido, el banco estatal resaltó que uno de los impulsores de este crecimiento es la dinamización de la inversión de los sectores público y privado que reportó un alza 11.1 % en el tercer trimestre de 2022.
«Si vemos el crecimiento del tercer trimestre, las inversiones impulsaron los resultados obtenidos durante julio, agosto y septiembre, donde las exportaciones tuvieron un aumento del 12.6 %, y las inversiones del sector público y privado un 11.1 %, con respecto al año pasado», refirió el presidente del BCR, Douglas Rodríguez.
Para el funcionario, estos porcentajes significan que hubo más proyectos nuevos y expansiones en el período de julio a septiembre de 2022, comparado con el año anterior, «es decir, está reorientando los recursos que antes destinaban para la salud y ahora se están destinando a la construcción de distintos proyectos de inversión».
En este sentido, Rodríguez también enfatizó que el ritmo de crecimiento del país fue protagonizado por factores internos, ya que además de las inversiones, rubros como las exportaciones también reportaron un repunte del 12.6 % y el consumo privado se vio favorecido con un alza del 2.1 %.
«El país está creciendo por medios e impulsos internos, y parece ser resiliente a los shocks internacionales», aseveró el titular, y observó que esto se debe a las medidas impulsadas por el Gobierno del presidente Nayib Bukele para hacer frente a la crisis económica internacional.
Destacó que, desde marzo, el Gobierno ejecuta maniobras como la fijación de precios de combustibles, gas propano y la energía eléctrica, además de la suspensión de los impuestos aplicados a las gasolinas, para evitar el impacto de la escalada de precios en los bolsillos de las familias salvadoreñas.
En materia de alimentos, el presidente del BCR, también destacó las medidas encaminadas a impulsar la producción local y la importación, para lo que se exoneró de impuestos arancelarios a varios productos e insumos agrícolas.
Dichas medidas permitieron que la productividad de las empresas no decayera, y que el consumo mantuviera su ritmo, y bajo este panorama, el BCR, mantiene su proyección de crecimiento para 2022 de un 2.8 %, y un 3 % para este año, pero Rodríguez remarcó que sobre esta estimación «faltará calcular todas aquellas mejoras, estrategias y políticas públicas que el Gobierno de Bukele impulse para poder aumentar ese crecimiento económico que seguramente desarrollará».