Según reportes de la Policía Nacional Civil (PNC), el Gobierno del expresidente del FMLN y actual prófugo de la justicia Salvador Sánchez Cerén fue el que mayor cantidad de homicidios registró en los últimos 30 años, luego de la firma de los Acuerdos de Paz, contabilizando un total de 25,563 asesinatos durante toda su gestión.
En la administración del efemelenista ocurrieron 5,500 muertes violentas más que en el gobierno anterior, liderado por el también miembro del FMLN y prófugo Mauricio Funes; además, en 2015, durante el período presidencial de Sánchez Cerén, la tasa de homicidios se disparó y alcanzó un total de 6,656 asesinatos en tan solo 12 meses, un hecho que mediáticamente se catalogó como «el año más violento» en los antecedentes más recientes de El Salvador.
Fue hasta 2020, tras la llegada de Nayib Bukele a la silla presidencial, cuando, según los informes de la PNC, los índices de homicidios se redujeron hasta en 75 % respecto a los primeros dos años de gestión de los gobiernos anteriores. En el primer año de gobierno de Bukele se contabilizaron 1,322 homicidios; es decir 1,076 asesinatos menos que en último año de la gestión de Sánchez Cerén