Desde hace 40 años, Elizabeth Amaya y sus hijos han dedicado su vida al servicio de los demás, ayudando a las personas de escasos recursos en todo el país.
Ella es originaria de San Miguel, pero tiene cuatro décadas de vivir en Estados Unidos.
Cuenta que llegó al país norteamericano a los 23 años, con mucha incertidumbre de qué pasaría con su vida, pero con la fe en Dios en que, al comenzar a trabajar, iba a ayudarle a sus paisanos.
«Yo hice la promesa de ayudar a las personas de mi país, hace 40 años que llegué a Estados Unidos. Hasta el día de ahora, lo sigo haciendo, gracias a Dios. Recuerdo la primera vez que entregué una ayuda, fue para unas personas muy pobres», contó la altruista.
Recordó que una vez recibió una llamada y le informaron que había una familia en San Miguel que no tenía dinero para enterrar a un pariente fallecido por una enfermedad, por lo que mandó dinero para los gastos de la funeraria.
Continuó entregando ayuda y comenzó a visitar su ciudad natal, donde hace diversas actividades en las que involucra a niños y adultos mayores.
Ella asegura que poco a poco fue integrando a sus hijos hasta que formaron un comité, que les ha permitido unir a otras personas para que colaboren, ya sea donando pasteles, piñatas, dinero, ropa o alimentos.
«El Comité San Miguel se encarga de organizar eventos para recaudar fondos; por ejemplo, en noviembre realizamos un carnaval en New Jersey, y el dinero que recaudamos lo usamos para traerlo acá y ayudar. Cuando hace falta dinero, pues lo ponemos entre mis hijos y yo», comentó Elizabeth.
Todos los años visita el país y entrega comida en las calles, hace donaciones a diferentes instituciones y apoya a adultos mayores.