La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA, por sus siglas en inglés) sigue con la intención de cumplir con las fechas establecidas de la misión Artemis II, que pretende regresar a la Luna después de más de medio siglo.
Los astronautas de NASA Reid Wiseman, Victor Glover, Christina Hammock Koch y el astronauta de la Agencia Espacial Canadiense Jeremy Hansen serán los que orbiten la Luna el próximo año, cuando deberá ponerse en marcha la segunda etapa de este proyecto Artemis.
Una misión de 10 días
Esta previsto que la misión dure aproximadamente 10 días y que el regreso a la Tierra se haga con todas las condiciones de seguridad. Detrás de esto se encuentra la oficina de Búsqueda y Rescate, gestionada por el programa de Comunicaciones y Navegación Espacial de NASA, que durante varias décadas ha utilizado la tecnología más puntera, como las balizas de socorro, en más de 50.000 rescates desde 1982.
Ahora, la oficina de Búsqueda y Rescate aplica su experiencia probada para reforzar las misiones lunares Artemis de la NASA. Para Artemis II, se emplearán balizas de última generación llamadas Localizadores de Emergencia Avanzados de Próxima Generación (ANGEL) en los chalecos salvavidas de los astronautas. Además, se colocará una baliza de localización en la cápsula Orion, lo que permitirá un seguimiento rápido tanto de los astronautas como de la cápsula.
«Nuestro papel en los vuelos espaciales tripulados de la NASA refleja el trabajo diario que hacemos para apoyar las labores de rescate en todo el mundo, protegiendo a las personas en peligro en algunas de las condiciones más duras del mundo», explicó Cody Kelly, gerente de misión de búsqueda y rescate de NASA para asuntos nacionales.
«Nuestros astronautas, los recursos más valiosos»
En esa línea, remarcó que «nuestros astronautas son uno de nuestros recursos más valiosos», de manera que todos los avances que se han hecho en el desarrollo de la misión Artemis se han hecho para garantizar que «realmente» se puedan «encarar los objetivos de Artemis, no solo de exploración, sino también de llevar a la tripulación a salvo a casa».
La baliza ANGEL, que consiste en un dispositivo compacto integrado en el traje que usan los astronautas, sirve como un faro de esperanza en caso de emergencias como abortos de lanzamiento o aterrizajes fuera del área prevista. El equipo de Búsqueda y Rescate, aprovechando su experiencia, podrá utilizar estas balizas para localizar y rescatar rápidamente a los astronautas.
«El trabajo que hacemos es profundamente personal. Sabemos que son nuestros amigos y colegas en esa cápsula y debemos asegurarnos de que se sientan seguros durante todo el viaje», dijo Kelly admitiendo que «es realmente un honor y un sueño hecho realidad ser una pequeña parte de este gran esfuerzo de la NASA».
La participación de la oficina de Búsqueda y Rescate va más allá de la planificación de contingencias e incluye el seguimiento de la reentrada de la cápsula Orion, donde van los astronautas, en la atmósfera terrestre. Durante esta fase crítica, los miembros del equipo a bordo de un buque de la Armada de los Estados Unidos utilizarán el Terminal Inteligente de Búsqueda y Rescate (SAINT, por sus siglas en inglés) para seguir la señal de baliza de Orion, lo que permitirá ubicar con precisión el lugar exacto del aterrizaje en el agua.
Última tecnología espacial
El SAINT, que demostró su capacidad durante la misión no tripulada Artemis I en 2022, transmite datos de ubicación al equipo de recuperación, manteniendo la baliza activa hasta que las fuerzas de recuperación alcancen la cápsula.
Aunque el equipo espera no tener que usar las balizas ANGEL para la misión de Artemis II, se están siguiendo estrictos protocolos de monitoreo de la cápsula, con tal de certificar el regreso seguro de los astronautas.
Para ello ya se están llevando a cabo varios ensayos. Según han confirmado fuentes de la agencia aeroespacial estadounidense, la NASA y el Departamento de Defensa llevaron a cabo una exitosa prueba de recuperación para la misión tripulada Artemis II frente a las costas de San Diego, en California.
Aprovechando las lecciones aprendidas después de la prueba de vuelo Artemis I, el equipo de recuperación está perfeccionando sus procedimientos para garantizar un rescate rápido, de menos de dos horas, después del aterrizaje en el agua.
Durante esta prueba, se utilizó un nuevo artículo de prueba del módulo de tripulación, con miembros del equipo reemplazando a los astronautas, para demostrar eficazmente los procedimientos revisados. Lili Villarreal, directora de aterrizaje y recuperación de la NASA, en la misma línea insistió en que la seguridad de la tripulación de Artemis II es primordial.
«Garantizar la seguridad de la tripulación del Artemis II, no solo alrededor de la Luna, sino una vez que regresen a la Tierra, es nuestro enfoque principal», manifestó Villarreal. «Con los esfuerzos excepcionales del equipo y el Departamento de la NASA de Defensa, una vez más traeremos a nuestros astronautas a salvo a casa desde la Luna», señaló Villarreal.