Los últimos compromisos internacionales sobre el clima están «muy lejos» de responder al objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global a +1,5 °C, advirtió este miércoles la ONU, a menos de dos semanas de la COP27.
Lejos de limitar el aumento de la temperatura a +1,5 ºC o +2 ºC, los dos umbrales emblemáticos del tratado, los planes de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de las 193 partes firmantes «podrían poner al mundo en la vía de un calentamiento de +2,5 ºC para finales de siglo», advierte la oficina de Cambio Climático de la ONU en su último resumen de los compromisos recibidos.
En la COP26 celebrada hace un año en Glasgow (Reino Unido), los países se comprometieron a aumentar cada año sus «contribuciones determinadas a nivel nacional» (NDC) en lugar de cada cinco años, como se preveía en el acuerdo firmado en 2015.
Pero el 23 de septiembre, fecha límite para que éstas se tengan en cuenta antes de la nueva conferencia –que se celebrará del 6 al 18 de noviembre en la ciudad egipcia de Sharm el Sheij– sólo 24 países habían presentado una NDC nueva o reforzada.
Una cifra «decepcionante» reconoció Simon Stiell, director de la agencia de la ONU.
Estamos muy lejos del nivel y la velocidad de reducción de emisiones necesarios para ponernos en el camino hacia un mundo de +1,5 ºC de aumento máximo de la temperatura, destacó en un comentario escrito sobre esta síntesis.
«Para mantener vivo este objetivo los gobiernos deben reforzar sus planes ahora y aplicarlos en los próximos ocho años», insistió.
– Relanzar «la lucha»
Según los expertos de la ONU, las emisiones mundiales deben disminuir 45% para 2030 con respecto a los niveles de 2010.
Esto permitiría cumplir el objetivo fijado en relación con las temperaturas medias de la era preindustrial, cuando la humanidad comenzó a utilizar masivamente combustibles fósiles, que producen los gases de efecto invernadero responsables del calentamiento.
Muy lejos de la nueva síntesis de las NDC, según la cual los compromisos actuales conducirían, por el contrario, a un aumento del 10,6% de las emisiones durante ese mismo período.
No obstante, permitiría una disminución de las emisiones después de 2030, lo que no era el caso el año pasado.
A pocos días de la COP27, donde decenas de miles de delegados y «más de 90» líderes de todo el mundo, según Egipto, mirarán al futuro climático del planeta, esta publicación es una nueva advertencia.
Los efectos del cambio climático se sintieron como nunca antes en 2022, con muchos países afectados por sequías, inmensos incendios, olas de calor, inundaciones u otros desastres.
En un estudio separado sobre las estrategias a largo plazo hacia la «neutralidad de carbono» publicado el miércoles, ONU Clima calcula que las emisiones de los países que han adoptado tales planes podrían disminuir 68%, si realmente se aplican. Pero advierte enseguida que «muchos» de estos planes son «inciertos» y sin aplicación concreta.
«La COP27 es una oportunidad para que los líderes mundiales revitalicen la lucha contra el cambio climático», destacó Stiell, haciendo un llamado a «pasar de las negociaciones a la aplicación y avanzar hacia las profundas transformaciones que deben producirse en todos los sectores ante la urgencia climática».
El último informe del panel de los expertos climáticos de la ONU (IPCC), publicado en 2021/22, advirtió sobre el poco tiempo que queda para asegurar un «futuro habitable» para la humanidad.
Pero insistiendo en la necesidad de no bajar los brazos, los científicos destacan que cada fracción de grado de calentamiento evitado cuenta, y piden a los gobiernos que se comprometan más en la reducción de las emisiones.
«El informe sobre las NDC y el del IPCC son útiles recordatorios», subrayó el miércoles el ministro egipcio de Asuntos Exteriores, Sameh Chukri, que presidirá la COP27.
«Es indispensable aumentar las ambiciones y ponerlas en práctica urgentemente para protegernos de impactos climáticos severos, de pérdidas y de daños devastadores», declaró en un comunicado.