La financiación de la adaptación climática de los países en desarrollo retrocedió un 15% interanual en 2021, según la ONU, que considera que esta cifra demuestra que la lucha contra el calentamiento global se estanca.
A pesar de las señales evidentes de una «aceleración de los riesgos climáticos y de su impacto en el mundo, el déficit de financiación para la adaptación se agudiza», y se ubica ahora entre 206.000 y 388.000 millones de dólares anuales», lamentó el informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUME)
Para el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ese déficit muestra que la lucha contra el cambio climático «se estanca».
Según el PNUME, el déficit aumentó incluso «a pesar de las promesas hechas durante la COP26 en Glasgow de duplicar las financiaciones de adaptación entre 2019 y 2025», para alcanzar 42.500 millones de dólares anuales, lo que constituye un «precedente preocupante».
Las medidas destinadas a reducir la exposición y vulnerabilidad de los países y poblaciones ante los efectos del cambio climático eran un punto importante del Acuerdo de París tendiente a contener el calentamiento global «claramente por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales».
Muchas economías en desarrollo, que son las menos responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero, figuran entre las más expuestas a los efectos dramáticos y destructores del calentamiento global: fenómenos meteorológicos extremos, subida de las aguas, incendios, sequías, etc.
«Esta incapacidad de adaptarse de manera adecuada intensifica la crisis climática y tiene consecuencias masivas en los daños que engendra, en particular para los más vulnerables», dicen los autores del informe.
«Las 55 economías más vulnerables desde el punto de vista climático ya sufrieron daños a la altura de más de 500.000 millones de dólares durante los últimos dos años», agregan.
«El mundo debe reducir de manera urgente las emisiones de gases de efecto invernadero e intensificar los esfuerzos de adaptación para proteger a las poblaciones vulnerables», señala de su lado Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUME, en la introducción del informe.