Una vez más, la oposición política salvadoreña ha demostrado que su único objetivo es criticar las obras que el Gobierno ejecuta, sin importar si estas benefician a la población o incluso terminan desvirtuando su discurso.
Desde que inició la implementación del régimen de excepción, voces de la oposición han cuestionado que la captura masiva de pandilleros implicaba un hacinamiento carcelario; ahora que el Gobierno presentó el nuevo Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot) afirman que no es necesario.
La diputada de la pequeña fracción del FMLN Marleni Funes publicó en tono de burla que se seguirá esperando una «cadena nacional para inaugurar un hospital».
Los analistas Óscar Peñate y René Martínez consideraron que estas críticas no tienen razón de ser, ya que el Gobierno del presidente Nayib Bukele hace una apuesta integral por combatir a las pandillas con estrategias que han proporcionado resultados muy importantes en beneficio de los salvadoreños.
«El Gobierno del presidente Nayib Bukele está haciendo obras que sobrepasan los estándares actuales. Cuando el Gobierno dice que mejora la seguridad, se va más allá de eso», dijo Peñate en el espacio de entrevista de Noticiero El Salvador el pasado martes.
«Este es un enfoque ciudadano, no es oligárquico. Es decir que trata de resolver un problema que fue olvidado por años», añadió Martínez en el mismo espacio televisivo.
La oposición política ha quedado sin argumentos sólidos para cuestionar las obras que desde el Ejecutivo se impulsan y solo promueve ataques directos, confrontativos o burlones.