La variante ómicron y sus cuatro subvariantes BA.1, BA.1.1, BA.2 y BA.3 arrasan en el mundo con más contagios de la COVID-19 y ya han ganado terreno en al menos 57 países con su versión BA.2, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El responsable del seguimiento de la pandemia de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Sylvain Alighieri, informó que el sublinaje BA.1 es la predominante en el mundo, pero que la versión BA.2 ya se encuentra en América Latina con los primeros casos en México, Argentina y Estados Unidos.
Agregó que la evolución del virus SARS-COV-2 es un proceso dinámico que están evaluando constantemente. Solo en enero, el 95 % de las muestras secuenciadas con procedencia de América del Norte se identificaron con las subvariantes BA.1 y BA.1.1. En Sudamérica y el Caribe, las muestras correspondieron en un 87 % a esos mismos linajes.
Alighieri detalló que este es un «evento» que ya esperaban y que en los próximos días o meses habrá un aumento en su dispersión. «Hay que tener en cuenta que se trata de una misma variante y no hay motivo de preocupación adicional», manifestó ayer durante la actualización de la semana epidemiológica.
El experto explicó que la clasificación de sublinajes dentro de una misma variante corresponden a un «análisis profundo del material genético del virus que permite diferenciar de manera detallada cualquier cambio que pueda aparecer» y es precisamente eso lo que está ocurriendo con los sublinajes BA.1 y BA 2; sin embargo, esos cambios no son suficientes para clasificarlos como una variante diferente, por tanto, se mantiene su denominación como ómicron, respondió.
También aclaró que a la fecha no existe evidencia sólida que muestre algún cambio en el comportamiento clínico o epidemiológico en ninguno de los cuatro sublinajes de la variante, tampoco se considera que una subvariante pueda llevar a causar mayor letalidad.
Aunque descartó la idea de que ómicron sea menos severa que las variantes anteriores -y aunque lo fuera-, dijo que esto no impide que su transmisión provoque la propagación de más infecciones entre las que pudiera surgir una enfermedad sea severa o que llevara a la muerte. «Queremos que la gente tenga precaución al describir la enfermedad causada por ómicron como menos severa, ciertamente no es leve», dijo Alighieri.
Por su parte, la directora de la OPS, Carissa Etienne, rectificó que la semana pasada en América Latina y el Caribe hubo 7,000,000 de nuevos casos de la COVID-19 y más de 34,000 muertes.
La oleada de contagios continúa en países de Centroamérica y Sudamérica, entre los más afectados se encuentran Chile y Brasil, donde registraron números récord de casos diarios.
La vacunación completa avanzó hasta el 63 % en la región, pero la meta de la OPS es llegar al 70 % hasta mediados de 2022. Etienne llamó a los países priorizar la inmunización en poblaciones vulnetables. «No demoren, vacúnense hoy. Las vacunas son seguras. No podemos recuperar el tiempo perdido, pero sí controlar cómo será el futuro», recomendó la especialista.