La directora del organismo continental, Carissa F. Etienne, dijo en conferencia de prensa que con 7,2 millones de nuevos casos de COVID-19 notificados en la región durante la última semana, los países deben «ampliar las pruebas a nivel comunitario para aliviar la presión sobre los hospitales, que están trabajando horas extras».
Las pruebas rápidas de antígenos, que ofrecen un diagnóstico en tan solo unos minutos, no requieren equipos ni formación especializada, por lo que pueden desplegarse en los centros de salud primaria, donde pueden llegar a más personas cerca de sus hogares, añadió la directora de la OPS.
Etienne instó a los países a aconsejar a quienes no presenten síntomas y hayan estado expuestos a la COVID-19 a hacer cuarentena cuando sea posible y seguir las medidas de salud pública.
«Para frenar la propagación de la COVID-19 se necesitarán todas las herramientas de nuestro arsenal: vacunas, distanciamiento físico, mascarillas bien ajustadas, evitar grandes reuniones y realizar pruebas», sostuvo la directora de la OPS.
En cuanto a la situación de la COVID-19 en la región, Etienne dijo que Estados Unidos y Canadá siguen experimentando un aumento de las hospitalizaciones.
En América del Sur, Paraguay, Uruguay y Argentina también están atravesando un incremento de las hospitalizaciones, y se reportan picos de infecciones en Colombia, Perú, Brasil y Bolivia.
En Centroamérica, los casos se han duplicado en Panamá, Costa Rica y Honduras durante la última semana, mientras que en las islas del Caribe también se ha producido un fuerte aumento de las infecciones, con casos que se han duplicado en más de 17 países y territorios.
La OPS señaló que más del 60 por ciento de los habitantes de América Latina y el Caribe tienen su esquema completo de vacunación contra el SARS-CoV-2.
«Las vacunas nos protegen de los peores síntomas de la COVID-19 y reducen las posibilidades de necesitar atención hospitalaria», resaltó la directora de la OPS, y pidió a quienes son elegibles y aún no se han vacunado, hacerlo cuanto antes.