Ana Reyes es una joven emprendedora que desde muy pequeña soñaba con tener su propio negocio para brindarles trabajo a las personas que viven en los alrededores de su vivienda.
Ella es originaria del cantón Segundo Montes, del municipio de Meanguera, en Morazán. Hace cuatro años inició haciendo artesanías, por lo que un día se le ocurrió utilizar las herramientas para decorar sandalias.
«Soñaba con tener mi propio negocio. Comencé haciendo pulseras y por error hice una grande y dije: “¿Y ahora qué hago con esto?”. Y me la puse en el pie y pensé en que podría ser una buena idea utilizarla en sandalias, y así fue como inicié, y la verdad es que he recibido bastante apoyo por parte de mi familia», dijo la emprendedora.
Añadió que se encontraba en el proceso de aprender a hacer calzado cuando la convocaron para un programa que estaba impartiendo la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), por lo que asistió a las oficinas y le informaron que podía optar por obtener capital semilla.
«Estuve en el taller de emprendimiento y era un curso de capital semilla, y gané y eso me dio un impulso para comenzar. Muchas veces he querido tirar la toalla, pero sigo, sobre todo por mi hija, que es quien me ha visto llorar y sonreír. He vendido ropa de segunda mano tratando de hacer algo para salir adelante y generar ingresos», comentó.
Las habilidades de la joven han traspasado barreras en el municipio y esto ha llevado a que su emprendimiento sea muy conocido.
Ella asegura que para continuar con el proyecto buscó a artesanos del país, ya que considera que todos los salvadoreños tienen que apoyar el talento local.