Los depósitos bancarios en efectivo aumentaron en una cifra récord de $2 billones de enero pasado a la fecha. Justo durante el período de mayor prevalencia de la pandemia en Estados Unidos, según la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), reportados en una publicación de la NBC.
En abril, la entidad registró un movimiento sin precedentes en la historia financiera del país, el flujo de dinero hacia las instituciones bancarias creció en $865,000 millones, más que el récord anterior de todo un año.
Las ganancias fueron impulsadas de cierta manera por la respuesta a la propia pandemia: cuando el gobierno liberó cientos de millones de dólares para impulsar a las pequeñas empresas y a los ciudadanos a través de las ayudas de estímulo y los beneficios del desempleo, añadió la información.
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De ahí que desde los hogares con un mínimo de dos personas hasta las grandes corporaciones recibieron grandes sumas de efectivo. «Desde cualquier punto de vista, este crecimiento ha sido absolutamente extraordinario. Los bancos están inundados de efectivo», acotó Brian Foran, analista de Autonomous Research.
Más de dos tercios de esa inyección se destinó a las 25 instituciones más grandes del país, por lo que estos fondos se concentraron en el escalón más alto de la industria bancaria, en JPMorgan Chase, Bank of America y Citigroup, bancos que experimentaron un crecimiento más rápido durante el primer trimestre, según la FDIC.
«Desde cualquier punto de vista, este crecimiento ha sido absolutamente extraordinario. Los bancos están inundados de efectivo»
Brian Foran, analista de Autonomous Research.
BONANZA DE LA BANCA
Hay varias razones por las cuales los megabancos estadounidenses, sobrevivientes a la crisis de 2008, fueron los principales beneficiarios de esta bonanza de depósitos.
En marzo Estados Unidos comenzó a implementar los cierres como medida para detener la pandemia, corporaciones como Boeing y Ford desembolsaron inmediatamente varios millones de dólares de las líneas de crédito, y ese dinero se colocó inicialmente en los bancos que habían otorgado esos préstamos.
En paralelo, estos grandes bancos también prestaron servicios a una gran parte de los clientes en el Programa de Protección de Cheques de Pago, una ayuda de 660,000 millones de dólares concebida por el gobierno para apuntalar a las pequeñas empresas. Fue entonces que este dinero llegó inicialmente a las cuentas bancarias de las corporaciones que facilitaron dichos préstamos.
Además, los bancos fiduciarios, dedicados a custodiar las inversiones de administradores de activos como BlackRock o Fidelity, obtuvieron depósitos cuando el programa de compra de bonos de la Reserva Federal absorbió varios millones de dólares en valores respaldados por hipotecas. JPMorgan y Citigroup custodian gran parte de esos activos.
Estos megabancos cuentan como clientes con la mayoría de los estadounidenses, gente que no tiene opciones de gastar dinero mientras permanece confinada en su domicilio.
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RESULTADOS BANCARIOS
Los gigantes financieros JP Morgan Chase y Citigruop informaron de un desempeño superior al que habían proyectado para el tercer trimestre del año, sin dejar de pedir nuevas medidas de estímulo al Congreso para consolidar la reactivación, afirman que los paquetes de apoyos favorecieron a evitar un incremento de la morosidad.
Las financieras advierten que la economía aún se encuentra en riesgo de llegar a una «recesión de doble caída», que ocurre cuando una recuperación inicial es seguida por un periodo de contracción económica, por lo que «a quienes más necesitamos ayudar es a las pequeñas empresas y a los desempleados», opinó el presidente ejecutivo de JPMorgan, Jamie Dimon.
«Si se obtienen mejores resultados» con un buen paquete de estímulo, «estamos con un exceso de reservas por 10,000 millones de dólares», pero si hay una recesión de doble caída, podrían faltar eservas por 20,000 millones de dólares, estimó Dimon.
Mientras que JPMorgan Chase reportó ganancias $9,400 millones, 4 % más el mismo periodo del año pasado, al tiempo que redujo la reserva para cubrir eventuales incumplimientos de pagos de $10,000 millones en el trimestre anterior a $661 millones en el actual.
Además, Citigroup informó que la ganancia neta subió 6.3 % a $4,900 millones y los ingresos subieron 1 % a 18,600 millones. Esta entidad también proyectó una menor reserva de fondos de previsión de mora para el último trimestre del año.
CON NIVELES DE AHORRO MUY ALTOS
Las estadísticas catapultaron en abril la tasa de ahorro personal más altas con un récord del 33 %, de acuerdo con la Oficina de Análisis Económico, período en el que el ingreso personal aumentó un 10.5 %.
Gracias a los cheques de estímulo de $1,200 y a los beneficios de desempleo, en algunos casos el dinero recibido superó al ingreso regular de un trabajador debido, a los pocos gastos por el confinamiento.