Ríspido, de dientes apretados y sin espacio ni siquiera para el bostezo. Así se plantó el primer periodo del duelo Isla de Méndez -La Pirraya, y que sirvió como génesis para desatar una guerra sin cuartel a lo largo de 36 minutos, tiempo extra e incluso los tiros desde los 12 pasos para definir ganador.
Con el boleto a la final a tiro ambos contendientes se desbocaron y en ese tú por tu fue La Pirraya quien pegó primero. Abrió la cuenta Óscar Lemus, pero el festejo fue efímero ya que Luis Rodríguez desde la vía olímpica cosechó el 1-1. Llegada la paridad en el marcador también llegó el sosiego a las gargantas que volverían a gritar gol hasta el segundo episodio.
De vuelta sobre la arena a la arena José Romero se encargó de poner arriba 1-2 a los herederos del «Tin Ruiz», pero desde de tiro libre Kevin Velazco decreto el 2-2 y Edwin Mercado les puso arriba a Isla de Méndez con el 3-2. No obstante, había demasiado tiempo por recorrer en el cronómetro y La Pirraya no se dio tregua en ofensiva hasta verse con la paridad en el bolsillo. Esa la logró el seleccionado o nacional Melvin Quintero con un baló que se escondió y besó la red ingresando pegado al poste. Al final en el momento de irse a la pausa para tomar una nueva bocanada de oxigeno salieron con un Salomónico 3-3.
En el tramo final, hubo un lapso en que Isla de Méndez puso contra las cuerdas a La Pirraya. Carino Chávez se mandó un doblete en un chasquido, y Melvin Quintero que capitaneaba la armada tuvo que sonar la corneta apresuradamente para equilibrar nuevamente el juego. Él se encargó de hacer el 5-4 y después en el último suspiro Óscar Lemus convirtió el 5-5 que obligó a tiempo extra y penales. Ahí probaron puntería 14 tiradores, siete por bando, y fue más efectiva La Pirraya que se llevó el marcador y boleto a la final 5-6.
José Chévez falló el último remate de Isla de Méndez y su equipo se consumió en la arena mientras los de La Pirraya saltaban de emoción.
Rancho quemado
Sin Melvin Segovia, sin Óscar Cruz, y sin Eliodoro Portillo [en los dos primeros episodios) y aún así Chirilagua fue demasiado para Rancho Viejo, que apeló al olfato goleador de Emerson Cerna, pero no le alcanzó y se quedó con las ganas de pelear la final con sus vecinos de La Pirraya. Rancho Viejo fue capaz de sostenerse apenas el primer periodo y eso gracias a Cerna que inauguró el marcador y cerró la cuenta antes de irse a la pausa 2-2 ante los migueleños que gritaron gol por intermedio de Óscar Merino y José Berríos.
En el arranque del segundo acto la arena se tiño de rojo inicialmente: Juan Lovos, José Berríos y Óscar Merino llevaron a Chirilagua a estar arriba 2-5, pero cayeron en desconcentración y Carlos Martínez se mandó un «hat-trick» y puso cuentas de 5-5. El pellizco caló hondo entre los migueleños que consiguieron reaccionar a tiempo y volvieron a poner arena de por medio. Juan Lovos, Carlos Guzmán y Óscar Merino llevaron la pizarra a 5-8 hasta el segundo descanso.
Para el tramo final entró a la cancha Eliodoro Portillo para cuidar la ventaja e imponer la prisa y pausa del juego. La estrategia dio resultado porque si bien Emerson Cerna le anotó el 6-8 de Chilena, tuvo intervenciones oportunas para evitar que Rancho Viejo les sacara el resultado del bolsillo. Al final al grito de ¡Chirilagua! gritaron su pase a la final.