Repudio. Esa es la expresión de la población ante el combo de reformas aprobado por los diputados de la Asamblea Legislativa que están por salir. Entre las medidas se incluye una prórroga de 12 meses para los autobuses que ya cumplieron su vida útil para la prestación del servicio de transporte.
De acuerdo con la ley de tránsito, los autobuses del sistema de transporte colectivo no deben sobrepasar los 20 años de antigüedad, es decir, que los modelos fabricados en 2000 debieron haber salido de circulación el año pasado. Sin embargo, los diputados de la comisión de obras públicas acordaron otorgarles un año más de vigencia, medida que también incluye a las unidades que debieron ser sustituidas este año.
El beneficio para los buseros no les ha caído en gracia a los usuarios del sistema de transporte público, que señalan que esa acción de los diputados, muchos de ellos no reelec[1]tos el 28F, solo beneficia a los empresarios de ese sector.
«Ya es tiempo de que cambien tanto bus viejo que anda. Ayer [viernes] fue atropellada una mujer por uno de esos buses; ya los buses viejos no deben circular. Esto no nos beneficia a nosotros como pueblo, que somos los que usamos esos buses», dijo Ana María López, una usuaria en la capital.
«Diario El Salvador» hizo ayer un recorrido por algunas de las principales paradas de buses de la zona céntrica de San Salvador, donde se pudo constatar el rechazo de la población a esta decisión de los diputados.
«¿Para qué les dan esta prórroga? Estos buses viejos, además de contaminar el medioambiente, son los que generan congestión vial, porque se andan arruinando a cada rato. Esto que han hecho los diputados no es bueno, como no son ellos los que usan estos buses viejos», se quejó Mónica Cañas, otra usuaria.
Los legisladores de la comisión justificaron el beneficio con la pandemia por la COVID-19, que paralizó la economía mundial y no permitió a los empresarios del transporte sustituir las unidades con 20 años de fabricación.
«Eso es una injusticia. Esto lo hacen porque ya van para afuera, pero es una decisión que no nos beneficia en nada a los usuarios. Nosotros somos los que sufrimos las consecuencias de andar en buses viejos y en mal estado», señaló Luis Humberto Amaya, otro usuario del sistema de transporte.