Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) tienen hoy en día una función importante en la sociedad, pero también se han prestado para atacar a nuestra primera infancia, niñez y adolescencia en procesos de ciberacoso. El ciberbullying se puede dar a conocer como delito tecnológico. En El Salvador debemos actuar de inmediato, poniendo la denuncia ciudadana en la Policía Nacional Civil (PNC) o en la Fiscalía de la República (FGR), así como en los comités intersectoriales del Consejo Nacional de la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia (Conapina), como en el Instituto Crecer Juntos (ICJ).
Lo importante es generar un uso correcto de las nuevas tecnologías de información y comunicación social (TIC), para propiciar medidas de seguridad en contra de la navegación anónima y lograr armonizar el entorno del aprendizaje significativo con la vida de nuestra primera infancia, niñez y adolescencia dentro de esta sociedad del conocimiento; esto con el propósito de minimizar el riesgo de que sean víctimas de los acosadores cibernéticos.
Los ciberacosadores están utilizando redes sociales y aplicaciones para obtener datos personales, esto como una red oscura para ejercer el ciberacoso. Es importante capacitar a los padres de familia para que estén más pendientes de los dispositivos electrónicos que usan sus hijos y que monitoreen qué información están absorbiendo, porque el uso de estas herramientas digitales debe ser adecuado.
Esto lo deben comunicar a sus niños: no subir datos personales, direcciones, fotos, etcétera. Todo el bullying cibernético envuelve a los aprendientes que cotidianamente usan el internet y se ponen en riesgo de ser víctimas de acoso en línea. Todos debemos realizar mayores esfuerzos preventivos de esta problemática digital.
El Salvador cuenta con la ley especial contra los delitos informáticos y conexos, que en el artículo 1 establece: «Tiene por objeto proteger los bienes jurídicos de aquellas conductas delictivas cometidas por medio de las tecnologías de la información y la comunicación».
Hay que destacar que El Salvador es actualmente reconocido a escala mundial por su importante aporte en tema de seguridad, salud y educación, y que ha generado un marco legal y normativo de leyes y políticas públicas a favor de la primera infancia, niñez y adolescencia salvadoreña, con el objetivo de garantizar una total protección y defensa de los derechos humanos, con la ley Nacer con Cariño, ley Amor Convertido en Alimento y la ley Crecer Juntos, así como la política Crecer Juntos, lo cual es un excelente aporte del Estado salvadoreño hacia la sociedad y las familias.
El problema societal del ciberacoso causa problemas emocionales, como depresión, baja autoestima y bajo rendimiento académico; además, se dan amenazas y acosos sexuales hacia niños y adolescentes; como consecuencia, la persona que es víctima de esta problemática digital puede volverse aislada, agresiva, no realizar sus actividades diarias con normalidad y presentar problemas de fobia social, además de estar entretenido en su celular sin alimentar su cerebro con información culta y de calidad.
Esto logra afectar a una persona o un grupo social determinado. El acosador que ejerce bullying virtual trata de imponer su poder hacia otra persona, es decir, ganarle su fuerza de voluntad. Es importante expresar que se debe regular la información de las redes sociales que denigran a las personas. La empresa Google puede apoyar en tener mayor control sobre la información que brinda.
Otra cuestión importante de destacar es el ocio social al navegar en redes sociales, porque absorbe involuntariamente a niños y adultos, es decir, aquí es donde hay que comenzar a monitorear e intervenir para controlar la información y saber utilizar de la mejor manera ese tiempo en el crecimiento personal, profesional y, de ser posible, espiritual. Erradiquemos la difamación digital y mantengámonos comunicados con nuestra familia en la distancia, aplicando las herramientas tecnológicas correctamente.