Póngase atención a lo declarado por el presidente Xi Jinping cuando al referirse al proyecto de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta (BRI) lo llamó «el proyecto del siglo», el regalo de la sabiduría china para el desarrollo del mundo. Es importante tomar en cuenta la perspectiva que China tiene contemplada con las Zonas Económicas Especiales, conocidas como ZEE, que son una característica propia del BRI.
Esta iniciativa, ya aprobada en El Salvador, ha sido adoptada en muchos países con éxito por ser proyectos que involucran amplias zonas geográficas, como es el caso de Myanmar. En este país asiático se desarrolló el puerto profundo de Kyaukphyu en la bahía de Bengala mediante una coinversión entre un conglomerado chino y el Gobierno de Myanmar por $7.3 billones, en una relación 70 % y 30 %, adjunto a una ZEE. Promete movilizar 4.9 millones de contenedores en el estrecho de Malaca.
China es el mayor cooperante de El Salvador, pero también figura como un gran acreedor de deuda de Estados Unidos y de la Unión Europea. La perspectiva indica que China puede estar dispuesta a consolidar una posición de socia estratégica de El Salvador que debemos aprovechar. Con la formalización de la relación diplomática con la República Popular China se logran varios objetivos. Se incrementa el intercambio comercial y se coloca a China como segundo socio comercial de El Salvador.
Por otra parte, se logran los proyectos de ayuda superando cualquier otra fuente de cooperación en los últimos 30 años. Estos incluyen, entre otros, la potabilización del lago de Ilopango; la construcción del mayor estadio deportivo del país; un aeropuerto en La Unión, próximo al golfo de Fonseca; un ferrocarril de trocha ancha en conectividad con la ruta norte, abriendo destino con México, Estados Unidos y Canadá; remodelaciones del muelle y facilidades turísticas del puerto de La Libertad, a ello se agrega una ZEE para la zona oriental. Todo a desarrollarse en una perspectiva de corto y mediano plazo.
Para profundizar el vínculo con China se hace necesario desarrollar una relación económica de dos vías que sea más incluyente. Además de cooperación, debe incluir préstamos de desarrollo y financiamiento de deuda. Sabemos que China acostumbra a negociar desarrollo y alivio de deuda como parte del BRI.
La relación económica de forma integral aún no ha sido explorada. Es necesario mejorar la relación en el comercio bilateral, así como lo negoció Costa Rica en 2010. Ciertamente el déficit comercial de El Salvador con China es pronunciado. Es necesario encontrar un mayor equilibrio en beneficio de ambas partes. En un Tratado de Libre Comercio hay espacio para negociar a dos vías, pactando posiciones diferenciadas donde China otorgue preferencias comerciales a materias primas y bienes terminados salvadoreños.