Por garra, lucha y sacrificio hasta última gota de sudor sobre la arena, las discípulas de Elías Ramírez no debieron irse a la primera pausa en desventaja, pero fueron sorprendidas por un disparo de Alexandría Hall en los segundos iniciales del juego y luego, en su reacción, se estrellaron con el travesaño y los postes en reiteradas ocasiones y al final terminaron perdiendo 1-3 ante Estados Unidos que se coronó campeona invicta.
Las Azules derrocharon, sino talento desmedido y tampoco la técnica de las norteamericanas, mucha energía y eso les permitió hacer los aplausos desde los graderíos del estadio Costa del Sol y poner a Estados Unidos contra las cuerdas y encomendarse a los postes que le salvaron en más de una ocasión.
Y es que esta vez con el título del Beach Soccer Cup en punto de mira, a diferencia de los dos paridos anteriores, las cuscatlecas entraron a la arena con el grito de guerra en la garganta y el publico se los agradeció, aunque debieron esperar en demasía para llegar al gol.
En este acto antes que el gol de Fátima González, falta de casi cuatro minutos, hiciera retumbar el estadio con el 1-1, hubo dos balones que besaron los postes y que pudieron acercar a coronar a las nacionales.
El Salvador necesitaba ganar con al menos dos goles de diferencia para graduarse ante su público y para ello tendría 12 minutos más, pero Kilee Quigley y Lauren Leslie sepultaron las esperanzas con el 1-2 y el 1-3 que las deja campeonas del certamen.