Juana Granados y otros miembros de su familia se dedican a elaborar cruces y otros artículos a base de mármol y cemento, los cuales son co-mercializados, en su mayoría, previo a la conmemoración del Día de los Fieles Difuntos, el próximo martes.
Esta mujer de 55 años tiene su pequeño taller a una cuadra del cementerio general de Santa Rosa de Lima, La Unión, y cuenta que aprendió este oficio de su compañero de vida, Belisario Melgar, quien ya falleció.
Ahora ella lucha porque sus hijos y nietos continúen con ese legado.
«Nosotros tenemos moldes para elaborar las cruces. Llevan cuatro varillas de hierro y se llenan los moldes con el material que el cliente prefiera, ya sea cemento o mármol, y para sacar una cruz nos llevábamos de tres a cuatro días de trabajo para que quede terminada», dijo la mujer.
Además de la variedad de estilos de cruces, en este taller también se elaboran lápidas, imágenes, pilares y artículos de jardinería que regularmente las familias colocan en las tumbas de sus parientes.
La familia Melgar Granados se inició en este oficio en 1995; después del deceso de Belisario, Juana lo continuó y ahora trabaja junto con sus hijos y un nieto, quienes también apoyan en la elaboración de las cruces, las lápidas y los demás artículos.
La mayor cantidad de trabajo para esta familia artesana se da desde tres meses antes del Día de los Fieles Difuntos, para tener las cruces listas cuando los clientes las busquen para llevarlas a los cementerios.
Los precios de las cruces varían de acuerdo con los estilos y pueden ir desde $35 hasta, las más vistosas, de mármol, los $130.