Ciudad Delgado
Reciclaje de estrategia. Eso hizo en 2015 el gobierno de Salvador Sánchez Cerén, del FMLN, al lanzar el plan de seguridad El Salvador Seguro, y declarar a Ciudad Delgado como municipio libre de violencia.
La realidad que la población vivía era distópica, ya que esa apuesta en seguridad había llegado tres años antes, por medio de una tregua, pacto bilateral entre gobierno y pandilleros, para frenar la escalada de violencia.
En su discurso, Sánchez Cerén aseveró que su plan era innovador y novedoso, pero en la práctica reciclaba ideas de otras administraciones gubernamentales.
Precisamente ese año, en junio cuando que se hizo público el plan, El Salvador promediaba 22 asesinatos diarios, cifra que parecía mostrar una reducción ya que las pandillas en un «acto de buena fe» minimizaron los homicidios para llevar a la segunda administración del FMLN a dialogar.
El plan El Salvador Seguro feneció sin conseguir su cometido, y quedó como una estrategia que no atacó de raíz a las pandillas, las cuales se fortalecieron.
Con la llegada del presidente Nayib Bukele se emprendió una tenaz lucha contra estos grupos delictivos, que incluyó un enfoque preventivo para evitar que la niñez y la juventud pensara que había buen futuro al ingresar a las pandillas.
A su vez, con el cambio de gobiernos municipales, en 2021, se fortaleció el trabajo articulado.
El alcalde delgadence, Mario Vásquez, enfocó sus apuestas por proyectos y talleres para la población, que les proporcionaran herramientas laborales. Se han promovido talleres de piñatería, guitarra y piano, y cosmetología.
Además, desde la municipalidad se ha apoyado a los emprendimientos que ya estaban funcionando, para que incrementen sus ventas.
«No vamos a retroceder en los logros alcanzados en este período administrativo», fue el mensaje del edil a la población.
Por otra parte, junto a la Dirección Nacional de Obras Municipales (DOM) la alcaldía ha enfocado su trabajo en reparar varias calles, y en el mejoramiento de la iluminación pública para dar más seguridad a la población.
Apopa
Cinco elementos conformaron un acuerdo ilícito entre el alcalde para el periodo 2012-2015 de Apopa, Elías Hernández, y cabecillas de grupos terroristas que delinquían en el municipio. El alcance de las pandillas fue tal que Hernández promovió proyectos que eran exclusivos para los delincuentes.
Muchas colonias, cantones y comunidades apopenses estuvieron asediadas por los grupos terroristas que se disputaban cada cuadra como propiedad, generando zozobra en los ciudadanos.
Desde la alcaldía se erogaron fondos públicos para combustible, se crearon plazas municipales, líneas telefónicas, mantenimiento a vehículos y giro mensual económico, todo en exclusividad para los pandilleros o sus familiares.
Con el cambio de gobierno, el enfoque del presidente Nayib Bukele ha sido ir al combate frontal contra estos grupos delincuenicales sin ofrecer treguas, diálogos o tratos a oscuras.
La actual alcaldesa de Apopa, Jennifer Juárez, también ha comenzado a apostar por los espacios de convivencia ciudadana en las colonias, llevando talleres, festivales y actividades recreativas.
Durante su administración se ha creado el Instituto Municipal de los Deportes, en cuyo proyecto se invirtió $322,000.
«Es un proyecto inclusivo donde podrán disfrutar entre amigos y familia, con áreas para los peques del hogar, skateboard, cancha de baloncesto, fútbol, área de ejercicios y aeróbicos, entre otros», expuso la edil Juárez.
Recordó que «por muchos años, nuestras comunidades buscaron ayuda en la alcaldía pero no la recibieron. Ahora estamos trabajando por solventar sus necesidades».
Con el apoyo decidido del presidente Nayib Bukele, en Apopa se han ido generando las condiciones para vivir en paz.