La vicepresidenta electa de Estados Unidos, Kamala Harris, renunció formalmente a su escaño en el Senado en preparación para su toma de posesión el miércoles junto con el presidente electo Joe Biden.
Harris se había desempeñado como senadora en representación del estado occidental de California desde 2017.
«Gracias California, ha sido un honor servir como su senador durante los últimos cuatro años. Nuestro país ha enfrentado muchos desafíos, pero tengo la certeza de que nuestros mejores días están por venir. Prometo seguir defendiendo nuestros valores compartidos como su vicepresidenta», dijo Harris en un tuit el lunes.
«Prometo seguir defendiendo nuestros valores compartidos como su vicepresidenta», agregó.
El gobernador Gavin Newsom eligió a su compañero demócrata Alex Padilla, quien actualmente es secretario de Estado de California, para cumplir los dos últimos años del mandato de Harris. Newsom anunció su elección en diciembre.
Padilla, que es mexicoamericano, será el primer senador latino en representar a este estado de la Costa Oeste.
Harris no pronunciará un discurso de despedida en el Senado, puesto que la cámara no tiene previsto volver a reunirse hasta el martes, víspera del día de la inauguración.
Como vicemandataria, Harris se convertirá además en presidenta del Senado. Con el Senado dividido al cincuenta por ciento entre demócratas y republicanos, su capacidad para emitir votos de desempate podría ser crucial para que los demócratas pueda sacar adelante su agenda legislativa.
En un artículo de opinión para el San Francisco Chronicle, Harris hizo referencia al hecho de que seguirá teniendo un papel en el Senado.
«Y esto no es un adiós. Al renunciar al Senado, me estoy preparando para prestar un juramento que me hará presidirlo como senadora convertida en vicepresidenta», escribió.
Harris es la primera mujer elegida vicepresidenta en EE. UU. También será la primera mujer negra y la primera mujer de ascendencia del sur de Asia en desempeñar este cargo.