Los vestidos y las coronas que usará la Virgen Reina de la Paz en las celebraciones del 20 y 21 de noviembre fueron entregados a la diócesis de San Miguel. Los dos vestidos que usará la Virgen han sido elaborados completamente a mano por cinco migueleños.
«Sabíamos que era un centenario. Desde finales de 2019 se nos dio el encargo de buscar material de primera clase, así llegamos a Guatemala a una empresa que nos proporcionó todo el material», comentó William Rodríguez, uno de los feligreses que participaron en la confección.
Añadió que se ha encargado de confeccionar el vestido desde 2015, y asegura que en ocasiones algunos feligreses deciden ofrendar el vestido en agradecimiento por la intervención de la Virgen.
Este año los vestidos fueron donados por Elizabeth Amaya, una migueleña que reside en el exterior, quien manifiesta que le hizo una promesa a la Virgen por haberle cumplido el milagro de salvar a su nieto que fue diagnosticado con leucemia.
«Soy devota a la Reina de la Paz desde hace muchos años porque me ha hecho muchos milagros. En 2020 mi nieto fue diagnosticado con leucemia en fase terminal y yo les prometí a Dios y a la Reina de la Paz que si me hacían el milagro de sanar a mi nieto, yo me comprometía a donar el vestido», contó Elizabeth.
Mencionó que viajó con su familia desde Nueva Jersey, Estados Unidos, para cumplir la promesa.
Debido a que este año se cumplen 100 años de la coronación pontificia de la Reina de la Paz, el vestido ha sido elaborado con hilo y lentejuelas bañados en oro.