Después de 23 años de ejercicio profesional, Manuel Alfaro, de 65 años, nunca se imaginó que tendría que afrontar un quebranto de salud a causa de una pandemia. La expansión de la COVID-19 le obligó a permanecer postrado en una cama de hospital luego de contagiarse con el virus. Afortunadamente, después de recibir el tratamiento adecuado, logró superar la enfermedad y contar su historia.«Yo trabajaba aquí (laboratorio propio) y me sentía un poco cansado, terminaba mi trabajo y me iba a descansar, pero un sábado sentí problemas para respirar y apenas me pude ir a la casa. «Yo trabajaba aquí (laboratorio propio) y me sentía un poco cansado, terminaba mi trabajo y me iba a descansar, pero un sábado sentí problemas para respirar y apenas me pude ir a la casa», expresa.
Por suerte, como Manuel narra, sus nietos lo auxiliaron y consultaron a un doctor particular, quien les explicó que necesitaba ir a un hospital y ser ingresado. «Al llegar al hospital (San Rafael, de Santa Tecla), solo a quedar ingresado fui», relató.
Manuel estuvo hospitalizado durante 27 días, los cuales describe como duros. «A la persona que es diabética, como yo, el virus le provoca mayores problemas. En mi caso, me dio neumonía y la recuperación fue bien lenta. Estuve con oxígeno y, gracias a Dios, logré que me pusieran plasma, eso me ayudó bastante. La atención en el hospital fue excelente, todos los días era evaluado por los médicos y me daban mis medicamentos», afirmó.
Para él es difícil determinar dónde se contagió, ya que desde el inicio de la pandemia tomó todas las medidas preventivas, tanto en su hogar, como en su laboratorio, ubicado en el Puerto de La Libertad. Manuel aseguró que, por esa razón, las personas deben extremar medidas y no confiarse, pues el virus sigue activo en todo lugar y el riesgo de contagio es alto si no se cumplen con las recomendaciones de las autoridades de salud.
«El COVID es una enfermedad grave. Siempre hay gente que critica al gobierno por problemas económicos y todo, pero si el presidente no hubiese tomado las medidas que implementó, hubiera muchas más víctimas, pero fue un hombre listo y vio que esto no era para un momento. Es una enfermedad mortal, pero detectándola a tiempo, se puede triunfar», aseveró.
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Por su parte, Jeffrey Vásquez, nieto de Manuel, manifestó estar agradecido con Dios por haberle permitido a su abuelo superar la enfermedad. «Le doy gracias a Dios por haberle permitido a mi abuelito sobrellevar esta enfermedad, como familia fue un momento muy difícil, porque pensábamos lo peor, ya que en el momento que mi abuelito ingresó al hospital, estaba en lo peor de la enfermedad».
Como personal de salud, afirma que siempre hay un riesgo, debido a la naturaleza de esta profesión, que es estar en contacto directo con los pacientes, pero dependerá de las acciones de cada individuo que la probabilidad de contagiarse sea menor.
«Hay gente que anda sin mascarilla en la calle y como son asintomáticos andan contaminando, pero es de hacer conciencia cada uno, es algo muy personal, debemos ser responsables y cuidarnos», señaló.
Actualmente, tiene dos meses de haberse reincorporado a sus labores, y aunque su recuperación no ha sido fácil, expresó su agradecimiento a Dios por una nueva oportunidad de vida, a su familia por el apoyo y a todo el personal del hospital San Rafael que contribuyó a restablecer su salud.
Al mismo tiempo, por la experiencia vivida, hizo el llamado a la población a acatar todas las medidas preventivas, para evitar ser víctima de esta enfermedad, la cual a escala mundial ha cobrado la vida de más de un millón de personas.
De la misma manera, las autoridades de salud piden a la población extremar las medidas de bioseguridad ante el brote de casos detectados en días anteriores, ya que debido a la reanudación de diferentes actividades recreativas, el riesgo de contagiarse aumenta.