Científicos de la Universidad de Kioto esperan que el material de madera se incendie cuando el aparato reingrese a la atmósfera, una forma de evitar que se generen partículas metálicas cuando un satélite retirado regresa a la Tierra.
Estas partículas pueden impactar negativamente al medio ambiente y las telecomunicaciones, según los creadores del satélite.
Cada costado del satélite experimental, llamado LignoSat, mide solo 10 centímetros.
Fue lanzado desde el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida, indicó el Centro de Espaciología Humana de la Universidad de Kioto.
El satélite, instalado en un contenedor espacial preparado por la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, «voló de forma segura al espacio», dijeron los creadores en X.
Una portavoz de Sumitomo Forestry, uno de los creadores de LignoSat, dijo a AFP que el lanzamiento había sido «exitoso».
«Llegará pronto a la EEI y será lanzado al espacio un mes después», para probar su resistencia y durabilidad, afirmó.
El satélite enviará la información a los investigadores para que puedan verificar las señales de tensión y determinar si el satélite es capaz de soportar los cambios extremos de temperatura.
«Los satélites que no son de metal deben convertirse en algo común», declaró Takao Doi, un astronauta y profesor de la Universidad de Kioto, meses atrás en conferencia de prensa.