En los últimos años, las tecnologías de energía renovable han ganado terreno en la estructura energética del país, como parte de los esfuerzos para avanzar hacia la independencia de los combustibles fósiles.
A tal grado que hoy día el 80 % de la energía que genera el país es limpia y solo el 20 % procede del petróleo y sus derivados, según datos recientes de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET).
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El desafío de impulsar la diversificación de la matriz energética en busca de fuentes de generación de energía renovable y limpia se plantea en la Política Energética Nacional 2010-2024, cuyo ente rector es el Consejo Nacional de Energía (CNE).
La política establece una ruta clara para cambiar las formas tradicionales de producción de energía y encausar al país dentro del marco del desarrollo sostenible, que incluye la priorización de fuentes renovables de energía y toma en cuenta los efectos adversos del cambio climático en el mundo.
Desde 2007, el país también cuenta con la Ley de Incentivos Fiscales para el Fomento de las Energías Renovables, con el objetivo de promover las inversiones verdes, mediante el aprovechamiento de recursos hidráulicos, geotérmicos, eólicos y solares. Ese sustento legal ha impulsado el desarrollo de la capacidad instalada de las renovables, lo que sin duda ha permitido reducir los costos de producción.
Lo anterior se observa en la diversificación que en la actualidad ha logrado la matriz energética, ya que según la Unidad de Transacciones (UT), la institución administradora del mercado mayorista de energía eléctrica del país, un 21 % de la generación de energía es geotérmica; un 22 %, hidroeléctrica; un 8 %, biomasa, y un 3 % es solar. El resto de la generación es térmica e importaciones.
De hecho, el segundo trimestre de este año la generación hidroeléctrica registró un aumento del 133 % en relación con el primer trimestre, debido a los efectos de la tormenta Amanda, según datos del CNE.
En junio también se reportó una inyección de energía hidroeléctrica del 49 %, un incremento en la geotérmica del 27 % y el aporte de la energía solar fotovoltaica logró un 8 %.
En un vistazo histórico, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el documento: «El Salvador: cifras relevantes de la producción de electricidad, 2019», revela que la matriz eléctrica de energías limpias creció un 6.2 % en los últimos ocho años, pasó de un 63.6 % en 2011 a un 69.8 % en 2019.
Según el organismo internacional, ese 69.8 % generado por renovables en 2019 es un porcentaje que debería elevarse al menos a un 90 %.
RENOVABLES, AL ALZA
La memoria de labores de la Siget 2019-2020 indica que en total ha tramitado 22 inscripciones con una capacidad instalada total de 41.03 MW y una inversión que suma los $58.2 millones.»La inscripción de los 22 proyectos renovables permite aprovechar los recursos naturales del país, como el sol y el biogás. Las megaplantas solares que ha desarrollado la empresa francesa Neoen desde 2017 cuando desembarcó en nuestro país, sin duda han venido a impulsar más las energías limpias».
El primer proyecto que desarrolló es Providencia Solar, en El Rosario, La Paz, el cual genera 100 megavatios (MW). El segundo es Capella Solar, en Usulután, formado por las plantas Albireo 1 y Albireo 2; juntas suman una capacidad de 140 MW e inyectarán cerca del 4 % de la energía del mercado mayorista en el país.
Neoen ha invertido unos $285 millones en ambas plantas solares, Otro proyecto que impulsará las renovables es la entrada de una planta de generación de 380 MW de capacidad instalada que operará con gas natural, el cual es ejecutado por la empresa Energía del Pacífico. La planta aportará una potencia firme de 355 MW y la energía asociada que tiene comprometida en contratos de abastecimiento suscritos con siete empresas distribuidoras locales.
Neoen ha invertido unos $285 millones en ambas plantas solares, Otro proyecto que impulsará las renovables es la entrada de una planta de generación de 380 MW de capacidad instalada que operará con gas natural, el cual es ejecutado por la empresa Energía del Pacífico. La planta aportará una potencia firme de 355 MW y la energía asociada que tiene comprometida en contratos de abastecimiento suscritos con siete empresas distribuidoras locales.
«El proyecto le dará mayor estabilidad al sistema de generación y al precio de la energía, cada vez con menos dependencia del petróleo», afirmó Iraida Umanzor de Salmerón, directora ejecutiva de la Asociación Salvadoreña de Energías Renovables (ASER). En su opinión, esos avances son positivos para la economía local, la interconexión centroamericana y la apertura del mercado eléctrico, lo que a su vez permite al país aprovechar
buenos precios de energía proveniente del exterior.
La gremial confirmó el crecimiento exponencial de las renovables en 2019. En comparación con años anteriores, la generación fotovoltaica es la que más ha crecido. No obstante, históricamente, la hidroeléctrica es la que ha tenido mayor participación.
Para este año, ASER prevé el mismo comportamiento, mientras que para 2021 se espera un significativo incremento de la participación de renovables en el parque de generación con la entrada de la planta Eólica Ventus (50 MW).
Los primeros aerogeneradores ya fueron instalados y son considerados los de mayor altura y capacidad de la región centroamericana.