Hace 32 años, María Guadalupe Jones Garay, más conocida como Lupita Jones, se convirtió en la primera mexicana en ganar la corona de Miss Universo para su país, en el certamen realizado en Las Vegas, Estados Unidos. Tenía 24 años y una licenciatura en Administración de Empresas cuando obtuvo ese gran triunfo y admite que a partir de ese momento toda su vida cambió. En 1994 crea la empresa Promocertamen y logra los derechos de Miss México, lo que hizo posible que cambiara el nombre del certamen nacional a Nuestra Belleza México, el cual se mantiene hasta la fecha. La empresaria, actriz, escritora y exconductora de certámenes de belleza compartió en exclusiva con «Diario El Salvador» sobre cómo ha sido su vida tras ser nombrada la mujer más bella del planeta, algunas de las lecciones aprendidas, sobre todo, qué deben hacer las jóvenes que aspiran ser Miss Universo.
Ganar Miss Universo definitivamente cambió su vida, ¿cuáles son dos de las grandes lecciones aprendidas?
Después de ganar Miss Universo para mí fue una trasformación total desde lo que visualizaba y de los proyectos que podía tener de vida. Todo cambió y se transformó. De las cosas más transcendentales cuando te toca vivir esta experiencia es la oportunidad de crecimiento tanto personal y profesional. Siempre lo he dicho, lo importantes es estar preparada para aprovechar esas oportunidades porque si no, así como llegaban se van. Me siento muy contenta de haber tenido la oportunidad de participar en este evento y después seguir construyendo de acuerdo con la experiencia que adquirí.
¿Cómo fue su labor como Miss Universo?
Nos toca apoyar distintas causas sociales. Para mí, como bandera personal, durante mi año de reinado me gustaba ir a dar pláticas a Estados Unidos, durante fui Miss Universo viví en Los Ángeles, y me gustaba que me agendaran visitas a escuelas de alta población latina para hablar de la importancia de las raíces y el sentirnos orgullosos de dónde venimos. Era muy importante compartir con los jóvenes el sentimiento de orgullo de dónde somos, porque se encuentran viviendo en un país que no es el suyo.
¿Cuál el legado que le dejó ser Miss Universo?
Antes de participar en Miss Universo ya había terminado mi carrera como licenciada de Administración de Empresas con un posgrado en Administración Industrial, aunado con la experiencia de Miss Universo, me di cuenta de que cómo es el funcionamiento de una estructura organizacional manejada desde una manera profesional, en este caso de concursos de bellezas, cosa que en México no había. Entonces, lo que quise es llevar un Miss Universo en chiquito a México para darle este sentido profesional que hay en todos los concursos de belleza.
Todo esto, para mí, ha sido el legado de trasformar a México, de cambiar el concepto y el manejo de los concursos de bellezas generando una escuela. Mucha gente ahora en México lo que ve es lo que he construido durante 30 años.
Me siento muy orgullosa al saber que todas las niñas, jóvenes y mujeres mexicanas que han pasado por esta experiencia, cobijadas por la plataforma, ahora son mujeres exitosas, que dan mucho a nivel profesional a raíz de participación en este evento. Es un gran legado, a partir de mi experiencia como Miss Universo, haberla puesto al servicio de otras mujeres en México.
¿Qué le sugiere a las niñas y jóvenes que sueñan con los concursos de belleza?
Es muy importante, en primer lugar, que no se concentren solo en lo físico, sí es importante porque toca presentar la imagen de una mujer que se cuida, con disciplina y saludable, pero los concursos de bellezas se han transformado. Siguen buscando la imagen que represente lo actual, la belleza física, pero también se busca una imagen que proyecte una mujer fuerte, segura y valiente con una gran capacidad de comunicación, involucrada con temas sociales no solo en su país, sino que del mundo. Una mujer que pueda interactuar con distintas causas por lo que se necesita mucha preparación y salud emocional para enfrentar el reto de convertirte en una figura pública de la noche a la mañana. En resumen, las jóvenes que tienen la inquietud de participar en certámenes como este (Miss Universo) tienen que enfocarse en un desarrollo integral.
¿Cuáles son las reglas de oro para avanzar dentro de los concursos de belleza?
La seguridad, personalidad, proyección escénica y capacidad de comunicación, es decir, tener un mensaje poderoso que inspire a otros donde se logre tocar la emoción de las personas.
Durante el concurso, ¿cuál es la etapa más importante?
Es en la etapa preliminar. Ahí se logra detectar en verdad quién destaca en el escenario. Ahí se ve la fuerza de la mujer. La entrevista personal también tiene mucho peso.
Está por realizarse Miss Universo 2023, ¿qué recomienda a las participantes?
Todas las chicas que están aquí han trabajado mucho. Seguramente, en sus países, con sus instructores y equipo han tenido un trabajo en conjunto. Lo que toca es disfrutar el momento, vivir una experiencia que las va a marcar para el resto de su vida. Independientemente del resultado, es algo que te ayuda mucho. No lo tomen como una experiencia más, sino como una oportunidad de transformar su vida y la de los demás.
¿Algo que recuerde que la marcó en Miss Universo?
Son cosas que casi no digo, pero me acuerdo que nos decían las chaperonas: “a ver señoritas vayan empacando porque muchas de ustedes al siguiente día se van. Tengan todas sus cosas listas”. También decían que quien ganara Miss Universo todas sus cosas las iban a llevar a una suite. Juro que hacía el propósito, cuando tenía algún tiempito libre, iba guardando cosas, aunque dentro de mí había un sentimiento que decía “¡híjole me voy a quedar!” y por eso no terminaba de empacar. Tenía ese presentimiento.
¿Qué hace Lupita después de Miss Universo?
Tengo el concurso que se llama Mexicano Universal, donde convoco para seleccionar a las jóvenes mexicanas que nos representan en los distintos concursos internacionales y continúan con su preparación y entrenamiento. Somos una plataforma que generamos contenido, donde hacemos producciones de promoción turística y cultura de México a través de lo que hacemos con el concurso. Combinamos esas dos facetas para promover nuestro país.
¿Y cómo ha logrado mantenerse en el rubro del modelaje?
Para mí, a pesar de que los concursos de bellezas reciben constantemente ataques y críticas, creo en lo que hago. Estoy consciente de cómo transformamos la vida de las jóvenes que atraviesan por esta plataforma y les ayudamos a construirse de una manera muy positiva. Esto me llena y me hace muy feliz.
¿Cómo ve los cambios del actual Miss Universo?
Ha sido un cambio muy fuerte. Se ha profesionalizado mucho la participación de las jóvenes en los concursos. Ahora no es como un pasatiempo. Venezuela fue quien marcó esa escuela con Osmel Sousa sobre la forma de prepararse, cómo ir puliendo a las chicas. Esa proliferación de cómo ir puliendo a sus reinas ha hecho que la competencia se vuelva feroz.
¿Cómo ha sido la preparación de la actual Miss México? Con Melissa (Flores) no tuvimos mucho tiempo, porque apenas fue elegida el 2 de septiembre. Es una chica que ya cuenta con experiencia, ha participado en otros concursos internacionales. Hemos trabajado mucho en el asertividad de su mensaje, en cómo estructurarlo, la pasarela y el inglés. Confío mucho en que vamos a tener un buen resultado.