La calidad y el origen de 10 productos salvadoreños fueron reconocidos por la Unión Europea (UE) durante la reunión del Comité de Asociación anual, donde se evaluó el fortalecimiento de las relaciones comerciales entre Centroamérica y el Viejo Continente.
Cinco variedades de café de la zona occidental, central y oriental del país; el jocote Barón Rojo y el loroco de San Lorenzo, del departamento de Ahuachapán; las emblemáticas pupusas de arroz del municipio de Olocuilta, en La Paz; el chaparro, una bebida tradicional, artesanal y ancestral con raíces en Chalatenango y Guazapa; y el camarón de la Bahía de Jiquilísco, Usulután, cuentan desde el pasado 23 de junio con la protección de sus indicaciones geográficas por parte de la Unión Europea.
De acuerdo al embajador de la UE en El Salvador, François Roudié, este reconocimiento internacional contribuirá a la diferenciación de los productos salvadoreños en los mercados europeos y al desarrollo de las comunidades de origen, lo que permitirá abrir camino comercial por las 27 naciones que conforman la comunidad.

«Los productos estarán protegidos en la Unión Europea contra imitaciones y usurpaciones. Esto refleja nuestro interés y el de las autoridades de El Salvador por proteger el conocimiento local y los productos alimenticios de alta calidad, así como estimular el desarrollo rural», agregó el diplomático.
La iniciativa se enmarca en la conmemoración de los 10 años de la firma del Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea, un convenio que ha permitido que ambas regiones se unan a través de mejores condiciones regulatorias comerciales y se fortalezca la cooperación para el desarrollo sostenible.
Relevancia del café en Europa
El Acuerdo de Asociación de la Unión Europea con los países de Centroamérica ha representado una oportunidad para que los productores salvadoreños de café, té, frutos secos y aceites vegetales, puedan acceder a un mercado con un potencial de 450,000 consumidores.
Según Roudié, el café salvadoreño es reconocido por su alto valor. Debido a ello, en mayo de 2022 algunas fincas productoras recibieron a compradores de Bélgica y los Países Bajos, con el objetivo de establecer relaciones de negocio que permitan posicionar aún más el grano de oro en el mercado europeo.
Ahora, con la protección de las indicaciones geográficas del café Alotepec de Metapán, Santa Ana; el café Cacahoatique, de Morazán; el café Bálsamo Quezaltepeque, ubicado en la región de la Cordillera del Bálsamo, La Libertad; el café Chinchontepec, de Guadalupe, San Vicente; y el café Tecapa Chinameca, de Alegría, Usulután, se prevé generar más beneficios para los fabricantes y las zonas donde se cultivan.