Luego de semanas sobre la discusión sobre un nuevo paquete de gastos en infraestructura para Estados Unidos, el presidente Joe Biden y senadores, tanto republicanos como demócratas, llegaron a un acuerdo.
El paquete incluye cerca de $1 billón, en el cual se incluyen $550,000 millones en nuevas asignaciones. Con esto, cada año se generarán 2 millones de empleos en la economía de Estados Unidos; entre ellos trabajos en áreas de construcción en carreteras y puentes.
Se pretende ejecutar tareas como la reparación de carreteras y de puentes que se encuentran en deterioro. Además, los fondos servirán para establecer conexiones de banda ancha en áreas rurales rurales de la región estadounidense, así como mejorar la infraestructura de tránsito y agua.
Se espera que, a través del diálogo, el cual inició este miércoles por la noche, contar con la aprobación final en los próximos días.
El paquete para infraestructura es una de las prioridades de la gobernanza del presidente Biden, así lo sostuvo la Casa Blanca, en el cual se explicó que: «hará crecer la economía, mejorará nuestra competitividad, creará buenos empleos y hará que nuestra economía sea más sostenible, resistente y justa».
También, la Casa Blanca añadió que este acuerdo generará importantes beneficios económicos y agregó que el paquete se pagará con «una combinación de redirigir fondos de ayuda de emergencia no gastados, tarifas de usuarios corporativos específicos, fortalecer la aplicación de impuestos cuando se trata de criptomonedas y otras medidas bipartitas».
Por su parte, el principal negociador republicano, senador Rob Portman de Ohio, señaló que «ahora tenemos un acuerdo sobre los temas principales. Estamos preparados para seguir adelante», sostuvo.