El estado de Texas y la administración de Joe Biden presentaron este miércoles argumentos sobre la ley SB4 ante la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito, que decidirá si la legislación entra en vigencia, desde cuándo y de qué manera, para detener y deportar a los inmigrantes en situación irregular.
Texas busca tener la potestad con esta normativa, pero el Gobierno de Biden aseveró que las leyes migratorias corresponden únicamente al Ejecutivo. La Corte Suprema de Estados Unidos dio el aval hace dos semanas a Texas para ponerla en función, pero la corte de apelaciones la suspendió de manera temporal.
«La pregunta [en la audiencia] era si la pausa era correcta o incorrecta. No sobre si la ley era legal o ilegal», indicó el abogado del programa Beyond Borders a la Voz de América.
Mientras las autoridades discutían la ley, fuera del recinto decenas de activistas de Texas, Iowa, Luisiana y otros lugares protestaron contra la SB4 y dejaron en claro que es perjudicial «para los inmigrantes, los texanos y todos los estadounidenses».
«Llamemos a la SB4 como es, un truco político inconstitucional y xenófobo cuyo objetivo es dañar a las comunidades de inmigrantes», manifestó un representante del Proyecto de Derechos Civiles de Texas. «No nos vamos, y si nos echan, nos regresamos», coreaban los activistas con carteles.
Otras organizaciones también acudieron a la manifestación: la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, el Proyecto de Derechos Civiles de Texas, el Centro de Recursos Legales para Inmigrantes, Trabajadores Fronterizos Unidos, Voces Unidas RGV, Defensa de los Trabajadores, Mi Familia En Acción y Familia Unidas en Acción.
Algunos de los líderes condujeron durante más de un día para adoptar una postura contra la SB4, de acuerdo con la organización America’s Voice.