El candidato izquierdista Pedro Castillo, que encabeza el lento escrutinio en Perú, rechazó este martes los llamados a anular las elecciones por supuesto fraude, formulados por políticos que apoyan a la candidata de derecha Keiko Fujimori.
«Se sigue llamando a tumbarse una elección», dijo Castillo a corresponsales de prensa extranjera en la sede de su partido en Lima. «Nosotros pacientes estamos esperando un resultado», añadió en alusión a que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) está revisando las impugnaciones antes de proclamar un ganador nueve días después de los comicios, que contaron con más de 70 % de participación.
La tensión crece este martes en Perú, nueve días después de votar sigue sin saber quién será su nuevo presidente.
«La democracia tiene reglas y plazos que todos debemos respetar», declaró el cardenal Pedro Barreto este martes al canal RPP sobre los llamados a anular los comicios, y dijo que la Iglesia católica «está disponible» para mediar con el fin de superar la «dolorosa y frustrante incertidumbre» que vive el país.
Fujimori ha pedido anular miles de votos, solicitó además una «auditoría informática» al órgano electoral (ONPE), mientras el Jurado Nacional Electoral (JNE) antes de proclamar al vencedor está revisando las impugnaciones presentadas por cada bando, principalmente por la candidata de derecha.
Ambos órganos electorales están bajo fuego de los sectores más radicales que apoyan a Fujimori, que temen que la revisión de las impugnaciones por parte del JNE no impida un triunfo del maestro de escuela rural izquierdista.
La ONPE organiza los comicios y cuenta los votos, mientras que el JNE resuelve las impugnaciones y proclama al ganador oficial.
La imparcialidad de ambos organismos autónomos ha sido avalada por los observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA), que dijeron que la votación del 6 de junio fue limpia, sin «graves irregularidades».