El V festival del farolito se llevó a cabo en el distrito de Nueva Guadalupe, en San Miguel Oeste, y atrajo a muchos habitantes del sector y turistas.
Cientos de pequeñas luces que titilaban desde el corazón del farol, elaborado con trozos de madera de pino y papel celofán de colores, formaban una escena mágica para quienes caminaban entre los pequeños faroles.
El festival del farolito se celebra en la víspera de las fiestas de la Inmaculada Concepción de María por la feligresía de la parroquia San Pío X, con el apoyo de la alcaldía de San Miguel Oeste.
«Esta fiesta significa la alegría de todos nosotros que veneramos a la Virgen María como la madre santa, la madre pura, por eso ahora estamos acá para celebrar con luces, color, fiestas con cantos a la Virgen María. Uno de los signos importantes de esta fiesta es la luz que definitivamente ilumina el camino de la vida, porque esa luz es Jesús», dijo el sacerdote Emilio Rivas, vicario de la parroquia San Pío X.
Dada la importancia que ha cobrado el festival por su belleza y representatividad, año con año se ha transformado en un atractivo turístico para los habitantes de la zona y otros municipios aledaños.
«Se ha convertido en una tradición, y nosotros tratamos de impulsarlo. Es algo que convoca a muchas personas, muchas familias y sobre todo vemos la armonía que existe. Esto representa esa luz que siempre tiene que mantenerse viva en nuestros corazones», dijo Elías Villatoro, alcalde de San Miguel Oeste.
Además de los cientos de faroles que iluminaron la calle frente a la parroquia y el parque central de Nueva Guadalupe, se desarrolló el «show» del torito pinto.