Los testimonios de la masacre cometida por el grupo islamista Hamás comienzan a salir a la luz. La lista de desaparecidos sigue creciendo, mientras los familiares intentan, incluso, buscar a sus seres queridos en los videos que se han difundido en redes sociales.
Itzik Horn busca a sus dos hijos desde el sábado, cuando estalló la guerra entre el grupo Hamás e Israel. A casi una semana, no ha logrado dormir, dijo, y solo tendrá descanso cuando sepa qué ha sido de ellos. «Yo estoy dispuesto a escuchar lo peor, los enterraremos y lloraremos. O que nos digan que están prisioneros en la Franja de Gaza, es un medio consuelo. Pero si están prisioneros de Hamás… están en manos de terroristas y nuestros chicos van a pagar el pato. Hoy por hoy lo único que pido es que alguien me diga dónde están mis hijos», dijo en una conferencia telefónica organizada por la embajada de Israel en Guatemala y El Salvador.
Itzik Horn relató que sus dos hijos están desaparecidos desde el sábado, cuando Hamás atacó varias comunidades agrícolas.
En otro de los testimonios, otro padre de nacionalidad israelí y argentina, relató que el sábado su hijo despertó por un bombardeo más fuerte de lo normal. Pasado un momento escuchó voces en árabe y tiroteos. «Terminó todo, es el final. Los quiero mucho. Adiós». Esa fue la última comunicación que hubo con la familia. «Las primeras horas fueron un suplicio».
«Desde el Holocausto, no sé si algún pueblo sufrió tanto así en un solo día. Familias enteras borradas. Niños, mujeres embarazadas, gente adulta. Ese es el pequeño cuento de un padre que espera que el hijo vuelva vivo», continuó.
En redes sociales este papá vio cómo Hamás atacó la base militar donde estaba su hijo. Vio cómo lo sacaron, «maltratado pero vivo». «Fue una especie de alivio saber que no lo mataron en el momento, sino que se lo llevaron a la Franja de Gaza. Todavía no hay ninguna información». Ambos tienen nacionalidad argentina.
Algunos familiares buscan a sus desaparecidos en los videos que Hamás ha publicado en redes sociales.
Itzik Horn relató que sus dos hijos no fueron localizados en su Kibbutz y pensar en ellos como «desaparecidos» le da un «nudo en el estómago».
Desde el sábado solo se han enterado de que militantes de Hamás de hecho entraron a esta comunidad para cometer asesinatos. El primer mensaje que recibió fue a las 6:40 a. m. (hora local). El Kibbutz está tan cerca de la Franja que escuchar cohetes no fue extraño. Pero luego de las 8:30 a. m. no hubo más comunicación.
«Que sea lo que Dios quiera», se resigna. Recuerda que desde que sabe que sus hijos engrosan la lista de los desaparecidos por la guerra en Cercano Oriente «entiende, pero no quiere entender». Pero, de alguna forma, le consuela la esperanza de que estén vivos, ya que cuando el Ejército entró a su Kibbutz encontró cuerpos desperdigados tanto de israelíes como de terroristas, pero no estaban sus familiares. Tampoco los pudo localizar en hospitales. «Por deducción, están en Gaza», dice.
Lo único certero es que Hamás llegó a matar «indistintamente» mujeres, niños, familias completas.
HAMÁS INFILTRADO AL SUR DE ISRAEL
El sábado, 260 cuerpos ejecutados fueron encontrados al lado de un festival de música donde Hamás secuestró y masacró a cientos de jóvenes.
El portavoz en la reserva de las Fuerzas de Defensa de Israel para medios internacionales, Roni Kaplan, dijo que la respuesta del Gobierno israelí ha sido enérgica, pero no se ha logrado erradicar a todos los miembros de Hamás que se han infiltrado al sur del país.
Además, han encontrado 1,200 cadáveres de terroristas dentro de poblados israelíes.
En tanto, en la la Franja de Gaza, el Ejército se dedica a acorralar a los terroristas. Para eso usan tecnología de reconocimiento facial y comparan videos que se han difundido en redes sociales. Las Fuerzas Armadas también están enfrentando infiltraciones desde el Líbano.
247 soldados israelíes han caído en la batalla. Roni Kaplan es uno de los 3,000 reservistas que han llegado desde el sábado desde todo el mundo para responder el llamado de combatir a Hamás desde el terreno.
«Esta es la situación más compleja y la peor masacre que vivieron civiles israelíes desde la creación del Estado de Israel», agregó. Además, se confirman 97 rehenes.
«Hay una diferencia a nivel moral entre las dos partes. Estamos tratando de maximizar el daño a los terroristas, mientras hacemos enormes esfuerzos por minimizar el daño a civiles. No tenemos nada contra los civiles en la franja de Gaza», dijo.