Recuerdo a aquel señor pelón que aterrizaba en la isla Teopán del lago de Coatepeque en el helicóptero todos los sábados, el mismo que veía en las misas del padre Rosy en la escuela La Merced de Planes de la Laguna los domingos a las 10 de la mañana, presidente de la paz le decían.
En 1989 habían asesinado al padrecito Joaquín López y López, que también era jesuita de la Universidad Centroamericana. Él nos llevaba comida a las comunidades de mi cantón, fue quien donó la cancha de fútbol, y la hermana de él, la escuela donde estudié hasta noveno grado, y la gente decía que ese presidente que llegaba a la misa de los domingos estaba involucrado.
Yo lo veía en la televisión, pero también en las misas de los domingos, y empecé a seguirlo en los noticieros. Cuando terminó la guerra y se firmaron los Acuerdos de Paz, me pregunte qué pasaría con la muerte de los jesuitas. Hasta hoy esas muertes siguen impunes, haciendo un retroceso. En la gestión de Cristiani empezaron las privatizaciones, por ejemplo, El Café, el Inazúcar fueron cerrados, la Escuela Nacional de la Agricultura pasa a ser de Fepade, se vende Petrocel y se privatizan algunas consultas externas del ISSS, etcétera.
Por 20 años nos gobernó ARENA, tuvo el control de todas las instituciones, se fortaleció de tal manera que nadie decía nada, era una dictadura disfrazada que nos gobernaba, podíamos hablar, gritar, pero eran palabras al viento.
Participé en varias manifestaciones en mi organización que defendía los derechos de las mujeres; junto con la Colectiva Feminista, Las Dignas y Amanecer de Santa Ana muchas veces sentimos que no éramos escuchadas por estos gobiernos.
En 2009 había una esperanza: la llegada de la izquierda, que escucharía por fin las demandas de las mujeres. Eso significaba Mauricio Funes con la promesa de Ciudad Mujer, la cual se hizo, pero las asociaciones de mujeres perdimos fuerza. Funes tenía el control de la Asamblea Legislativa, quería apoderarse de la Fiscalía General de la República, y Sigfrido Reyes peleaba constantemente con el exfiscal general Luis Martínez. Esa Asamblea Legislativa también se enfrentó muchas veces con la Corte Suprema de Justicia.
Recuerdo aquella reunión privada donde magistrados de la Sala de lo Constitucional manifestaron a las organizaciones de la sociedad civil sentirse acosados por Funes y Sigfrido Reyes. En esa reunión en 2014 también estuvimos con el Lic. Omar Pastor, que en paz descanse, y Ramón Villalta. Todos concluimos que eso era una dictadura, pero disfrazada de democracia, y nos pronunciamos junto con Félix Ulloa en medios de comunicación defendiendo la institucionalidad.
Gobiernos dictadores fueron los de ARENA y del FMLN, pues ellos tuvieron secuestradas las instituciones de Gobierno, tenían el control de todo. Nos vendieron una falsa democracia que al final siempre manipularon a su antojo. Y le llaman dictador a Nayib Bukele, un presidente que, mientras la oposición torpe le bloquea el mandato, salva vidas, alimenta al pueblo y defiende a su gente.