Los amortiguadores son primordiales en la seguridad activa del vehículo, ya que protegen de los impactos, vibraciones y golpes tanto a los pasajeros como al resto de los elementos del automóvil.
La empresa española Rodes explica que estos dispositivos forman parte del sistema de suspensión de distintas clases de vehículos como automóviles, motocicletas y aviones, y controlan los movimientos para convertir la energía cinética en térmica. «Se encuentra entre el chasis y las ruedas del vehículo en cuestión», sumó.
«Cada amortiguador consta de un eje cromado anclado al vehículo y dos tubos de acero: el exterior o de reserva que está lleno de aceite, y el interior o de compresión. En el otro extremo del vehículo, el pistón desplaza el tubo interno que al presionar succiona el aceite, haciendo que circule por las válvulas de este», asegura la marca española.
Los expertos indican los principales beneficios que cumplen los amortiguadores: el control de las oscilaciones de la suspensión para ganar adherencia a la vía, la mejora de la estabilidad en las curvas, la reducción de la distancia de frenado y el hecho de volver la marcha más confortable al absorber las irregularidades del terreno.
«Cuando el amortiguador está demasiado rígido, aunque haya un aumento de la estabilidad, se reduce el confort, mientras que si está demasiado blando podemos perder el control del vehículo. Por eso es tan importante mantener los amortiguadores en buen estado», indica.
Por otra parte, la página especializada en vehículos AutoBild.com asegura que un amortiguador se comprime entre 5,000 y 7,000 veces por minutos, trabajan de forma constante y es conveniente revisarlos cada cuatro años o cada 60,000 kilómetros, lo que antes suceda.
«Durante este período, los amortiguadores del auto se habrán comprimido 420 millones de veces», asegura.
TIPOS
HIDRÁULICOS: No requieren mantenimiento y son los que mejor trabajan a elevados niveles de presión.
HIDRÁULICOS CON VÁLVULAS: El aceite no circula por los orificios sino por unas válvulas que los vuelven más suaves y eficaces.
DE DOBLE TUBO: Funcionan con dos cámaras por las que circula el aceite si son presurizados, o aceite y gas si no lo son.
MONOTUBO: Cada una de las cámaras recepciona un componente: gas o aceite.