En más de alguna ocasión, mientras fui seleccionado nacional de baloncesto, me tocó bajarme del microbús, propiedad del Indes, que me transportaba hacia otro país u otro departamento y empujarlo porque presentó desperfectos mecánicos.
Y estoy seguro de que a muchos más atletas de nuestro país les tocó lo mismo. Y no solo eso, sino también viajar de manera incómoda e insegura, con el temor de quedarse a medio camino o de no llegar a tiempo a sus destinos y competiciones.
Hace dos años y medio, cuando llegamos a la presidencia del Instituto Nacional de los Deportes (Indes), el panorama en lo que respecta a la flota de automóviles con que contaba la institución era desolador, terrible.
Prácticamente, la única unidad en «buen estado» (así, entre comillas) era la popular Diabla, una coaster que recibió ese apodo luego de que fue robada al Indes, usada como transporte público y tapizada con ese apodo a modo de despistar a las autoridades.
De ahí abundaban los microbuses, sedanes y pick-ups desvencijados que no solo ponían en riesgo a sus conductores y al personal del Indes, sino a los atletas y entrenadores.
La inversión tardó un poco en hacerse efectiva por cuestiones de la pandemia, pero en octubre de 2020 entregamos a la gran familia del deporte salvadoreño cinco microbuses con capacidad para 30 pasajeros cada uno, así como dos microbuses ejecutivos (con capacidad para 15 personas cada uno). Asimismo, adquirimos 11 pick-ups doble cabina para reforzar el trabajo de nuestras oficinas departamentales. En total, esa inversión representó $672,266.98 puestos al servicio de las federaciones y asociaciones deportivas.
Pero no nos quedamos ahí. Salimos en la búsqueda de aliados, de amigos que estuvieran dispuestos a echarnos la mano en nuestra lucha por dignificar a los atletas.
Y sin dar tanta vuelta, encontramos en el Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal) y en su presidente, Juan Pablo Durán, a un socio más que confiable.
Prácticamente de inmediato firmamos un convenio de intermediación que permite que organismos deportivos privados puedan ser beneficiados por esta institución bancaria.
Y fue así como, en enero de 2021, entregamos seis pick-ups doble cabina (cada uno valorado en $25,000, para un total de $150,000) a las federaciones de atletismo, béisbol, surf, montañismo, levantamiento de pesas y triatlón.
En esa misma ocasión, y gracias a la gestión propia en el interior del Indes, también entregamos pick-ups doble cabina a las federaciones de sóftbol, tiro con arco y voleibol, así como microbuses a Olimpiadas Especiales y a la federación de remo, con una inversión total de $145,000.
Y este recién pasado martes 18 de enero, y siempre gracias al apoyo de Bandesal, logramos iniciar el nuevo año con pie derecho al entregar cinco vehículos a igual número de federaciones deportivas nacionales para el desarrollo de sus respectivas disciplinas deportivas.
En total, Bandesal facilitó $145,000 para la compra de tres pick-ups que fueron proporcionados a las federaciones de bádminton, patinaje y gimnasia, así como para la adquisición de dos microbuses que fueron entregados a baloncesto y karate do.
De esta manera, el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha invertido más de $1 millón en la compra de automóviles dignos para el beneficio de los atletas, reconociendo al deporte como una de las prioridades para esta gestión.
Nosotros, mientras tanto, seguimos gestionando más ayudas para la gran familia del deporte, dando luz a ideas y proyectos, como el que pronto anunciaremos, el más ambicioso en la historia de nuestro país, que nos permitirán seguir #ConstruyendoElCamino en lugar de empujar más microbuses dañados.