Los centros urbanos de bienestar y oportunidades (CUBO) son un espacio de sana convivencia, aprendizaje y diversión para niños y jóvenes. A esta experiencia se une la educación ambiental, con la que se busca sensibilizar a las personas en este tema, enfocándose tanto en quienes administran estos espacios como en quienes hacen uso de ellos.
Las charlas son impartidas por la Unidad de Cultura y Educación Ambiental de la Dirección de Gestión Territorial del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), en coordinación con la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social.
Entre las temáticas que se imparten en estas jornadas se encuentran la cultura 3R (reducir, reciclar y reutilizar), plásticos de un solo uso, compost domiciliar y diferentes acciones que cada persona puede desarrollar para el cuido del medioambiente.
Los miembros de GEN Z están apoyando los proyectos de medioambiente como voluntarios. Ellos buscan beneficiar a las comunidades aledañas. FOTO: Luis Umaña.
El CUBO en la colonia Zacamil, de San Salvador, está en proceso de construcción; mientras tanto, en el salón de usos múltiples del Instituto Nacional de la Juventud (Injuve), alrededor de 20 jóvenes de dicha colonia, desde hace ocho meses, reciben charlas de educación ambiental para ayudar a su comunidad.
Ellos forman parte del comité juvenil Genes de la Zacamil, conocido como GEN Z. Con lo aprendido han tomado la iniciativa de ayudar a su comunidad y a las zonas aledañas colaborando en el reciclaje, llevando a cabo campañas de limpieza en zonas verdes, entre otras actividades que ayudan al municipio.
«El Ministerio de Medio Ambiente nos dio unas charlas sobre el reciclaje, de concienciación, enseñándonos los materiales que nunca se deshacen y el tiempo que otros tardan en degradarse. También nos enseñó la manera de cómo reciclar, entre otras temáticas», expresó Carlos Arévalo, presidente del comité juvenil de la Zacamil.
La iniciativa comenzó al ver que en la comunidad había una gran afluencia de jóvenes y niños, quienes tenían las ganas y el empeño de hacer algo por sus espacios. «Es una zona bastante concurrida por la juventud, por eso nos vimos en la necesidad de crear algo bien organizado que beneficiara a todos en la comunidad y al municipio. Así también podríamos canalizar recursos y lograr que nos viniera ayuda», destacó Arévalo.
De acuerdo con el MARN, gracias a las capacitaciones llevadas a cabo en la colonia Zacamil, también han logrado identificar el interés de los niños y jóvenes asistentes, quienes consultan y comparten experiencias que han tenido con los temas y las actividades desarrollados.
Uno de sus proyectos consiste en recoger plásticos, vidrios y cualquier material que contamine las colonias del municipio. FOTO: Luis Umaña.
Los participantes de GEN Z esperan ver finalizada la construcción del CUBO y aprovechar sus espacios, herramientas y todas las actividades que ahí se organizarán, las cuales nunca se han visto en su comunidad.
«El CUBO será el centro de atención de la Zacamil. Nos han comentado algunos proyectos que ahí se brindarán, y la verdad es que lo esperamos con ansias, porque será un beneficio para nosotros como jóvenes, para que pensemos en actividades que nos van a ayudar a crecer», manifestó Arévalo.
De igual forma, Laura Arias, otra voluntaria del comité, manifestó que el CUBO será una luz que dará esperanza y que les permitirá seguir desarrollando proyectos, especial[1]mente porque habrá una mayor integración entre todos los habitantes.
Arias explicó que el comité está recibiendo otros cursos enfocados también en el medioambiente, que son brindados por la Dirección de Reconstrucción del Tejido Social. Estos se enmarcan en las llamadas «habilidades para la vida», y les están ayudando a los participantes para que pongan en práctica lo aprendido.
«Nos dan la capacitación una vez a la semana. La idea es que todos los jóvenes que vienen a la capacitación puedan recoger las botellas y las latas que ven en la semana y las traigan el día de la reunión, así logramos el proceso de recolección para llevar a cabo el reciclaje», enfatizó.
Nicolle Salguero es una joven que forma parte del comité. Ella expresó sentirse satisfecha por ayudar a su comunidad y mostrarles a las demás personas que los jóvenes habitantes de la zona pueden colaborar y dar el ejemplo para lograr un entorno más limpio y menos contaminado.
«Se siente bien bonito colaborar, porque se aprende a dar el ejemplo a las demás personas, se les enseña a reciclar y se les demuestra que no se tiene que botar basura en la calle. Además, es importante que todos seamos parte de la solución, que aprendamos a tener una ciudad más limpia y, sobre todo, que podamos ayudar al medioambiente para tener un menor impacto en la contaminación», señaló.
Los líderes del comité han visto mucho interés en los niños y jóvenes por aprender y poner en práctica las técnicas de reciclaje y compostaje. FOTO: Luis Umaña.
Como proyectos a futuro, los líderes del comité piensan trabajar de la mano con otras instituciones para seguir creando espacios que permitan apostar a otras áreas del desarrollo.