Hoy se inauguran los Juegos Olímpicos en Tokio, y El Salvador estará representado en esa justa por cinco deportistas: el velerista Enrique Arathoon, los nadadores Marcelo Acosta y Celina Márquez, la boxeadora Argentina Solórzano y el velocista José Salazar Mijangos.
De estos cinco muchachos, solo Enrique logró clasificarse de manera directa. Los demás lo hicieron por universalidad y por ranking.
Durante la gestión de Eduardo Palomo al frente del Comité Olímpico de El Salvador (COES), responsable del deporte de alta competencia en nuestro país, las delegaciones han ido de más a menos.
A Pekín 2008, por ejemplo, asistieron 11 deportistas (podemos tomar en referencia que estos venían de un proceso anterior). A Londres 2012 viajaron 10. En Río de Janeiro 2016 tuvimos a ocho deportistas. Y ahora, cinco.
Quiero dejar algo bien claro: en ningún momento mi intención es señalar o culpar a los atletas. Ellos, al final, han hecho lo que ha estado a su alcance y dentro de sus posibilidades. Pero sí creo conveniente que nos hagamos y respondamos varias preguntas.
La primera: ¿cuántos de estos atletas que están en Tokio han recibido el apoyo debido por parte del COES en su carrera a los Juegos Olímpicos?
La segunda: ¿cuántas de estas disciplinas (federaciones deportivas) aquí representadas han recibido apoyo por parte del COES para el desarrollo de la alta competencia?
Podríamos profundizar un poco más sobre temas que no necesitan mayor respaldo, pero lanzo estas otras interrogantes: ¿conoce el plan de trabajo del COES? ¿Conoce a los demás miembros del comité ejecutivo del COES, por ejemplo, al secretario?
Decidí no viajar a Tokio para que el presidente del COES pueda estar tranquilo y relajado, y pueda hacer su lobby. Eduardo Palomo no puede ocultar más su culpa ante los resultados de la alta competencia. Y queremos dejar bien claro que, desde nuestra institución, nos ha tocado asumir esas responsabilidades del COES.
Pero aún tengo más preguntas: ¿quién creen que ha apoyado más la alta competencia? ¿Indes o COES? Podemos remitirnos a los libros contables del 1.º de julio de 2019 a la fecha, a los procesos, a las consultas e incluso a la rendición de cuentas de ambas instituciones para verificar esta información.
Los atletas que viajaron saben que han contado y que pueden contar con el respaldo del Indes y conmigo en todo momento. Incluso, hasta la semana pasada, hice gestiones para que la delegación viajara completa. ¡Pero qué bonito, justo y necesario sería que los deportistas supieran y pudieran comprobar que cuentan con el COES más allá de proporcionales la vestimenta para estar en Tokio!
Por cierto: soy miembro activo del Comité Olímpico de El Salvador, con voz y voto, ya que soy presidente de la Federación Salvadoreña de Baloncesto (Fesabal) y, como vicepresidente de FIBA en América, sé hasta dónde llegar. Siempre respetaré los procesos, pero no puedo callar más.
A los deportistas salvadoreños que participarán en Tokio: ¡que Dios los bendiga siempre, los acompañe en sus respectivas competencias y los traiga de regreso a nuestro país sin problemas! Nosotros estaremos siempre pendientes de ustedes.